Se pone una cápsula con lana de hierro encima de la balanza. Se acercan los bornes de una pila. Se crea una corriente y se pone en ignición Es espectacular porque se piensa que el hierro no arde. El hierro quemado y oxidado pesa más porque ha ganado oxígeno del aire. Este experimento refuta la teoría del “flogisto” : se creía que una sustancia ardía si tenía “flogisto” y que al arder se perdía [pero no podían explicar que en algunos casos, como en nuestro experimento, ¡al perder flogisto se gana peso!]

Se insta a que alguien del público ponga la pila (de 9 V) en contacto (por los bornes) con la lana. Antes de hacerlo se piden hipótesis: Algunos piensan que va a pesar menos el hierro quemado porque se forma éste y una sustancia volátil, pero la hipótesis cierta, que se comprueba, es que pesa más el hierro oxidado (porque casi no hay gases). Se les pregunta la razón. Con ayuda de los alumnos expositores deben concluir que gana más peso porque gana oxígeno del aire.