Dispositivos de pequeño tamaño pueden ser capaces de obtener una señal eléctrica muy débil, como es la producida por la actividad eléctrica del corazón, amplificarla, digitalizarla y enviarla sin cables hasta un teléfono móvil. El médico podría entonces verla en tiempo real y tomar decisiones diagnósticas o de tratamiento en función de su forma a través del tiempo. Este sistema desarrollado por la URJC pretende hacer más fácil el trabajo de los médicos y tranquilizar a los pacientes crónicos al saberse controlados por su especialista en todo momento.

El visitante podrá tomar el dispositivo y colocárselo en el cuerpo (en las muñecas y en los talones) para inmediatamente comenzar a ver en la pantalla de su móvil la forma de su electrocardiograma y conocer su ritmo cardíaco.