Los acuíferos son lugares donde se almacena agua subterránea localizada entre los poros que dejan los materiales que constituyen el suelo. Los acuíferos pueden ser de distintos tipos en función de la transmisión del agua a través de ellos y su posición morfológica. A veces, el agua infiltrada se mueve cuando los poros están conectados y existe una diferencia de presión hidráulica entre el punto de recarga y sumidero. A estas condiciones se le suman también la fuerza de la gravedad y situaciones topográficas y geológicas. Nuestros alumno/as van a explicar la dinámica de un acuífero, cuya construcción permite acelerar y exagerar esto en el tiempo y el espacio. Es un acuífero donde el agua está “cautiva” entre dos capas impermeables de arcilla, pero que sin embargo, se recarga desde la superficie, lo que le daría un carácter semiconfinado y también porque aflora a la superficie en distintas situaciones (pozos artesianos, manantiales, ríos, lagos, mar).

Los visitantes con su intervención son los responsables de poner en funcionamiento el acuífero, es decir, lo recargan, lo contaminan, extraen el agua de los pozos, ponen en marcha el manantial, etc.