El corcho es un producto natural que se obtiene de la corteza del alcornoque. La explotación tradicional de los alcornocales para su obtención contribuye a la conservación de estos ecosistemas, favoreciendo además el desarrollo económico y social de las zonas rurales que los albergan. Uno de los usos más tradicionales del corcho es la elaboración de tapones para vino. En el INIA se lleva algunos años trabajando en el efecto que tiene el tipo de corcho sobre el vino.

Se propone al visitante observar la estructura y composición de distintas muestras de tapones de corcho e identificar los posibles usos de los mismos en el embotellado de diferentes tipos de vino.