El hombre posee cinco sentidos que le permiten relacionarse con el medio que le rodea. Desde pequeños hay alimentos que nos gustan y otros que no, siendo el responsable de ello el sentido del gusto que está estrechamente relacionado con el del olfato. Si estamos constipados decimos que la comida no nos sabe a nada. Además estamos cansados de oír que debemos tener una dieta equilibrada. Dependiendo del individuo y del momento nuestras necesidades serán diferentes, aunque en todo caso no es aconsejable abusar de los dulces. Estudiaremos cómo influye la ingesta de dulce en los enfermos de diabetes, las caries, el deporte, etc.

Se trata de que el visitante pueda realizar un “mapa” de la lengua en el que localice la zona de detección del sabor dulce. Además se verá cómo la sensación de dulzor varía con el grado de división y tipo de azúcar. Se explicará al visitante la enfermedad de la diabetes y cómo en 1889 unos investigadores alemanes descubrían, de forma casual, la importancia del páncreas en esta enfermedad al observar moscas sobre un charco de orina. Ya lo dice el refrán “ir como moscones a la miel”. Se comprobará que un diabético debe prestar especial atención a lo que come; ya que hay alimentos que suponemos que no poseen azúcar y no es así. Además, ¿a quién no le han dicho: si sigues comiendo dulce se te van a picar los dientes? ¿Qué pasa si metemos un diente en una disolución azucarada? Aquí trataremos de explicar a los más pequeños el problema de las caries y la importancia del cepillado de los dientes, los chicles que previenen la caries y la existencia de chocolate respetuoso con los dientes.