El enfoque CTS en la educación

Susana Sá y Ana Isabel Andrade

Foro de debate de la Revista CTS

(OEI-AECID-Revista CTS)Es comúnmente aceptado que, debido a la imprevisibilidad y la celeridadde la construcción del conocimiento científico y tecnológico, lasmigraciones internacionales y la globalización, las exigencias hechas ala escuela, en la sociedad actual, en tanto institución por excelenciaen la formación de ciudadanos, van mucho más allá de las competenciasclásicas de leer, escribir y contar. El desafío actual se centra encómo capacitar a los alumnos, desde los primeros años de escolaridad,para lidiar con la complejidad y la diversidad de la condición y laactividad humanas, privilegiando una visión holística, integrada ycompleja del conocimiento. Pero ¿cómo se podrá cumplir suconcretización, cuando asistimos a una lógica de compartimentación delsaber, vehiculizada por la organización de las currículas en diferentesdisciplinas? El enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTS-A),que preconiza un conocimiento de la ciencia y de sus interrelacionescon la tecnología, la sociedad y el ambiente, ¿se constituye como unarespuesta a este reto? Dado que la sociedad es una de las dimensiones atener en consideración en el enfoque CTS-A, ¿cuál es el lugar de laintercomprensión, de la construcción de una cultura de paz y diálogo,de respeto por el Otro y por la diversidad lingüística, cultural,social, política y religiosa?

Creemos que esesencial una educación capaz de articular las diferentes áreas delsaber, en un contexto relacional de Ciencia / Tecnología / Sociedad /Ambiente y las relaciones entre Lengua, Cultura, Ambiente y Economíaestén bien presentes. Para ello, importa considerar el papelfundamental de los educadores y profesores, siendo ellos fundamentalesen la construcción del conocimiento por los alumnos, en la construcciónde lugares de lectura del mundo, donde los sujetos sean considerados enlas múltiples interacciones que van estableciendo con los objetos queel mundo les da a conocer. ¿Esta problemática se habrá de constituir enuna preocupación solamente de los profesores especializados en lasáreas de Ciencias Naturales o de todos los profesores, generalistas yespecialistas de áreas del conocimiento, en el fondo, de todos loseducadores, en una perspectiva global e integradora de la construcciónde conocimiento? ¿Y estarán los profesores/educadores capacitados paraimplementar tal abordaje? ¿Y estarán ellos receptivos a esta concepciónde la educación, que exige un mayor compromiso científico, profesionaly temporal?

¿Y no será toda la educación, aquella que se pretende “de calidad”, unverdadero enfoque CTS-A? ¿Será posible problematizar cuestioneseducativas (sean ellas de naturaleza ambiental, social, económica,política, cultural, religiosa o lingüística) descuidando este abordaje?Si ello ocurre, ¿no estaremos caminando hacia la desorientación en laconstrucción del conocimiento, ofreciéndolo de forma descontextualizaday, por eso, sin significado para los alumnos?

Y, como última cuestión, nos interrogamos sobre qué actitudes,capacidades y conocimientos, localmente concebidos y con perspectivaglobal, importa promover en los alumnos a la luz de esta perspectiva?¿Será necesario crear o definir nuevos conocimientos, nuevascapacidades, o basta recrear y redefinir las competencias que ya hacemucho fueron propuestas por la investigación, en diferentes dominios?¿No será necesario desarrollar una actitud de investigación, reflexiva,capaz de producir nuevos contextos de interacción humana? Y, ante todo,¿no importa pensar el diálogo entre educadores (profesores einvestigadores) en proyectos que den sentido a las competencias yconocimientos específicos trabajados en cada una de las áreas?

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