Patentarás tu siembra

Por Daniel Gómez
Profesor Titular. Director General del Laboratorio de Oncología Molecular. Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.

Confiesoque he sembrado y que he patentado, y que he licenciado comercialmenteesas patentes. A confesión de partes: ya conoces de qué parte deltablero me encuentro.

¿Y si no lo hubierahecho? Probablemente alguna empresa de evaluación de datos hubieraidentificado, a la manera de un gran monstruo carroñero, qué novedadinventiva —financiada con impuestos de la gente— había yo abandonadoalegremente, y aun con mayor alegría la hubieran patentado ellos, paraluego venderla a una gran corporación. Champagne para todos, menos paranosotros, como para perpetuar la queja de Atahualpa Yupanqui: “Laspenas son todas nuestras, las vaquitas son ajenas”.

Y sin embargo, hubo una época en que el hecho de que las patentesfueran ajenas era bien visto, pues el científico puro y etéreo nopensaba en cuestiones económicas y menos en cuestiones propietarias. ¿Ytú? ¿De qué lado te encuentras?

  Loscientíficos aportan soluciones a problemas concretos. Las industriasdeben observar a los científicos como lo que son —fuentes deconocimiento— y establecer asociaciones con ellos. ¿Cuáles, te parece,son las mayores ventajas de estas asociaciones? ¿Y cuáles los mayorespeligros? ¿Cómo es la relación entre científicos e industria en tu país?

Ya no podemos exportar carne salada como en la época de la Colonia.El motor del cambio es el quehacer científico. Todavía hoy, pese a loscambios, la gran mayoría de las tesis terminan en un archivo. Varias deesas tesis cuentan con potencial para desarrollar un producto y generarun crecimiento económico. Se trata de ideas a las que no se les da uso,que no se patentan y que contraen un costo que no se reinvierte, uncosto que se paga con el dinero de la gente, paradójicamente con eldinero de la gente más pobre. De esta manera se impide la creación deun círculo virtuoso. Todavía nos queda mucho camino por recorrer. Enese sentido, ¿cómo te parece que podríamos transitar ese camino conmayor velocidad y mejores niveles de seguridad?

A nivel general, sobre la cuestión del patentamiento hay posicionesencontradas. Se sabe que muy pocas patentes son trasladadas luego alsistema productivo, razón por la que muchos expertos consideran que seha consolidado una tradición de patentar sólo por patentar. Muchosdicen, incluso, que el patentamiento se ha convertido en un criterioimplícito de evaluación académica.

¿Piensasque deberíamos patentar cualquier descubrimiento, sólo por si acaso? ¿Odeberíamos patentar aquello que cuente con alguna perspectiva dealcanzar el mercado? ¿El patentamiento es un buen criterio deevaluación? Es decir: ¿habla de una conexión de la ciencia con el mundoreal? ¿O deberíamos evaluar solamente las patentes licenciadas,aquellas que lograron el éxito de llegar al mercado?

¿Tú sembrarías? Pero lo más importante: ¿qué harías con tu propia siembra?

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