Los atletas de las matemáticas

Celia Rosa Fierro Santillán
Ciudad de México, México.
IBERCIENCIA Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
¿Qué tienen en común un atleta y un estudiante de matemáticas? Un buen estudiante puede ser como un atleta de alto rendimiento, practicar sistemáticamente y desarrollar habilidades de aprendizaje, concentración y resolución de problemas. Un buen profesor orienta a sus estudiantes para desarrollar además de estas habilidades, la confianza en sí mismos y un buen manejo del estrés, cumpliendo el papel de entrenador o coach.

Mientras estaba en un parque, disfrutando de una deliciosa lectura, acompañada de una suave brisa y bajo la cautivadora sombra de un bello ciprés, vi a un joven que pasaba trotando, fue entonces cuando me vino a la mente una pregunta ¿Qué tienen en común un atleta y un estudiante de matemáticas?

Al igual que en cualquier deporte las matemáticas son cuestión de práctica, un buen entrenamiento involucra una práctica sistemática; en el caso de un deportista se trata de desarrollar las habilidades físicas necesarias para el buen desempeño del deporte, mientras que en el caso de los estudiantes de matemáticas las habilidades a desarrollar están relacionadas con su capacidad de concentración y resolución de problemas.

Por lo tanto, la intensidad y la frecuencia del entrenamiento deportivo debe considerar periodos de práctica y periodos de reposo, sesiones de ejercicio físico ligero y sesiones intensas; lo mismo ocurre en cuanto al entrenamiento matemático, en el plan de estudios de cualquier escuela, está considerado llevar un cierto número de horas de clase durante los cursos regulares. La práctica hace al maestro.

En la materia que imparto (matemáticas I a IV, dependiendo del semestre) para estudiantes de bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades; se tiene contemplado un total de 10 créditos para cada curso, lo cual implica que los estudiantes deben dedicar 10 horas a la semana a estudiar los temas del curso. De estas horas, 5 son en el aula con todo el grupo y las otras 5 deberían cubrirse con tareas individuales o en equipo. Al principio del curso siempre explico a mis estudiantes lo que significan los créditos de la materia.

En el transcurso de una semana, tenemos dos clases de 2 horas, las cuales pueden ser lunes y miércoles o martes y jueves, adicionalmente tenemos una clase de una hora los viernes con el fin de aclarar dudas. Realizando una analogía, se puede considerar a las clases de dos horas como el entrenamiento con ejercicios más intensos y la clase del viernes como un entrenamiento más ligero. Asimismo hago énfasis en la importancia de realizar las tareas, dado que es una forma de repasar lo visto en clase que en la analogía sería como realizar el calentamiento para cerrar el trabajo duro.

A finales del siglo XIX, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus publicó lo que hoy se conoce como curva del olvido, con este trabajo mostró que la mayoría de los conocimientos que adquirimos se olvidan en forma aproximadamente exponencial; de modo que a las 8 horas de haber adquirido una información nueva hemos olvidado el 25% de ella, pero cuando ya han transcurrido 24 horas hemos olvidado el 95%. La recomendación general es realizar la tarea unas 8 horas después de la clase, lo cual obliga a evocar, repasar y ejercitar lo aprendido cuando aún se retiene la mayor parte de la información, facilitando que los nuevos conocimientos se incorporen a la memoria de largo plazo.

Tomando en cuenta lo anterior, la semana previa a los exámenes es semejante al periodo en que los atletas se preparan para una competencia, las habilidades adquiridas durante el entrenamiento regular son potenciadas con el propósito de lograr buenos resultados. La concentración y motivación juegan un papel muy importante en esta etapa (mindfullnes). Un deportista puede concentrarse en posicionarse en un buen lugar en la competencia; los estudiantes tienen un objetivo en cuanto a la calificación o promedio que esperan conseguir en el examen. En el momento de la competencia o el examen se ponen en juego factores emocionales tales como la angustia, el estrés, el miedo a no obtener lo deseado, etcetera, o en contraparte, la confianza, la capacidad de concentración en busca de un objetivo y el manejo adecuado de las capacidades físicas, mentales y emocionales dependiendo de la situación.

Un deportista bien entrenado puede sentir confianza en que cuenta con las habilidades necesarias para una competencia gracias a su entrenamiento. Un estudiante puede sentir confianza en que los conocimientos adquiridos en clase y en su trabajo en casa son suficientes para resolver los ejercicios y problemas planteados en el examen de matemáticas. Sin embargo, a veces ocurre tanto en los deportistas como en los estudiantes que a pesar de tener un buen nivel en su desempeño diario sufren bloqueos por distrés (parte negativa del estrés) cuando está en la competencia o examen.

Un deportista de alto rendimiento cuenta con las habilidades físicas que le requiere la disciplina en la que se desempeña, pero también es capaz de manejar situaciones de estrés en forma positiva, dominar los nervios y dar lo mejor de sí mismo en la competencia, eustrés (parte positiva del estrés). En el caso de los buenos estudiantes, aquellos que logran obtener buenas calificaciones aún cuando los exámenes son considerados difíciles o estresantes son quienes manejan mejor el eustrés e incluso logran obtener mejores notas cuando se sienten bajo presión.

Así que un buen profesor de matemáticas deberá presentar características de buen entrenador (Coach), ya que debe ser capaz de identificar entre sus alumnos aquellos que tienen habilidades para la materia y aquellos que tienen dificultades con la misma, en la práctica docente hoy se comienza a extener el uso de couching. Sin pretender que todos los estudiantes se dedicaran a carreras que involucren matemáticas “fuertes” siempre busco fomentar en todos los alumnos el gusto por las matemáticas, o al menos el “no rechazo a las matemáticas”, reconociendo las habilidades de cada uno, potenciándolas en aquellos que tienen interés en seguir carreras de ingeniería o ciencias en las que las matemáticas son una herramienta básica; apoyando a los estudiantes que tienen problemas para desarrollar pensamiento abstracto, problemas con las operaciones o la interpretación de enunciados que deben ser traducidos a lenguaje matemático para que logren primero identificar y posteriormente superar estas dificultades realizando los ejercicios adecuados.

Por consiguiente, el buen manejo o couching de un estudiante nos permitira detectar y corregir los problemas de su aprendizaje, agregando siempre una ligera dosis de control de control de estrés (mindfulness), sin olvidar una pizca de neurociencia (convertir el estrés en eustrés) para manejar los nervios, y tendremos como resultado un atleta de alto rendimiento en matemáticas.

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