LOS MUERTOS DEL FIN DE SEMANA

 

La muerte no descansa en las carreteras, pero tampoco descansa de decir tonterías nuestro Director General de Tráfico, que de manera invariable adjudica la causa de las muertes a un problema de mentalización. Puede que esto sea en parte verdad, pero solo en parte: hay carreteras provinciales que no están en condiciones, las fábricas lanzan vehículos cada vez más rápidos sin que la Administración ponga algún tipo de freno (el encarecimiento de los precios, por ejemplo), y, sinceramente, dada la gravedad del problema no se han tomado las medidas coactivas, represivas, policiales –sí– que la cuestión demanda. La situación es tan grave que con puntito de más o puntito de menos no se va a resolver nada. Las medidas a adoptar han de ser brutales, autoritarias; no valen las buenas maneras cuando está en juego la vida de los ciudadanos. Por ejemplo: un conductor pillado<<in fraganti>> en exceso de velocidad debe quedarse sin carnet durante tres meses al menos; un conductor sin cinturón de seguridad ha de pagar 50.000 de las antiguas pesetas, no las 15.000 con rebajita de hoy; un adelantamiento indebido debe costar también la retirada del carnet al menos por dos meses… Dicho sea, a bote pronto. Ya veríamos qué pasaría. De momento nuestro único horizonte es escuchar las lamentaciones del señor Navarro y seguir contando muertos en la carretera, que la impasible Ana Blanco nos refiere puntualmente todos los lunes en el telediario oficial de las tres de la tarde.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

 

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2 comentarios

  1. Mientras sentencias judiciales como las de farruqito prosperen y se aliente la velocidad de los Alonso, estamos listos.

    El precio pertenece al libre mercado, pero el recazo social es bien distinto, iremos al que sobrease las elocidades establecidas coo al criminal que ha robado dinero o incurrido en agresión: nadie presume diciedo ¡he pegado a un amigo una paliza, ja, ja! Que la misma sensación criminal provoque el hacerse Segovia-atasco de Madrid en no se cuantos pocos minutos.

    Y para eso: penas aún más duras que las que Vd refiere.

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