ENSEÑANZA BILINGÜE

  

Unamuno aprendió la lengua danesa en Salamanca a comienzos del pasado siglo para leer directamente a Kierkegaard; dicen que el secretario de la Revista de Occidente en los tiempos de Ortega, Fernando Vela, no sabía decir una palabra en inglés pero lo leía de corrido y lo tradujo de manera impecable;  constituyen excepciones de personalidades excepcionales: en el caso de Vela una excepción paradójica: el método seguro y universal de aprender un idioma es la inmersión lingüística. Es lo que va a hacerse en uno de cada seis colegios públicos de la Comunidad de Madrid el próximo curso 2006-2007. No se trata, ni se  podía tratar, de inmersión lingüística plena, pero sí de inmersión al cabo: un tercio de las asignaturas se impartirá en inglés, excepto Matemáticas y Lengua Española. Ya había 80 centros funcionando con este tipo de educación bilingüe y con buenos resultados. El inglés de las infinitas listas de los verbos irregulares, de las tediosas tablas de vocabulario y de las frases sobre la primavera o los enfados de Mr Smith será pronto definitiva cosa del pasado. Que cunda el ejemplo.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

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Un comentario

  1. Pues no estoy muy de acuerdo, a menos que se haga con extrema calidad del profesorado, porque el efecto puede ser el de tantos niños catalanes: que ni un idioma ni otro.

    ¡Ojo con la anglofilia, Doña Esperanza!

    Y sí, como una lengua muerta impronunciable, para solaz de la inteligencia cualquier idioma se puede aprender sin el objetivo de hablar. Otra cosa son los negocios.

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