Discusiones

 

Está bien que los políticos discutan: el parlamento, como su nombre indica, está para hablar. Cuando no habla, mala cosa: ha llegado un salvador que habla por todos. Pero a veces se ponen un poco pesados nuestros dirigentes. Todos estamos ya cansados «ad náuseam» de las interminables conversaciones sobre el Estatuto de Cataluña. La gente tiene otros problemas: la vivienda, la precariedad económica, en el centro de Madrid hay viviendas sin instalaciones sanitarias adecuadas, la población marginada es mayor de lo que se piensa; el Estado del Bienestar, en fin, es a veces una ficción. Mientras tanto, la vida prosigue y la región de Madrid se ha convertido en el primer polo industrial de España. ¿Son conscientes los nacionalistas catalanes de lo que esto significa. Desde luego, Madrid no tiene la culpa de las deslocalizaciones, que a la región no le afectan, pero sí a Cataluña. Bienvenidas sean las discusiones, siempre y cuando toquen realidades tangibles, firmes, realmente conflictivas.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

 

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