Irak no solo practica esa barbarie que es la pena de muerte, sino que la practica del peor modo posible, esto es, intensificando el sufrimiento de las víctimas: insultos, decapitaciones en lugar de ahorcamientos, funcionarios corruptos que venden los vídeos de las ejecuciones… Todo ello con las bendiciones del Gobierno de ese país, que cuenta, a su vez, con las de dos poderosos aliados occidentales, encabezados en cuanto a cinismo por Inglaterra, siempre dispuesta a reivindicar su papel de vieja zorra de Occidente que le asignó un gran poeta español en los días trágicos de  las guerra civil.

Léase, a mayor abundamiento, la novela de Graham Greene, “El agente confidencial”, donde queda claro lo  poco que le importaba a la “pérfida Albión” la suerte de los derechos humanos en la acongojada España de  los años treinta. Como botón de muestra vale lo arriba expuesto para saber lo que se puede esperar de estos delincuentes de la guerra que desconocen cualquier humanidad en sus relaciones con  sus ciudadanos, víctimas o no.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

 

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6 comentarios

  1. ¿Cómo puede escribir si no sabe leer? ¡Gran milagro! ¿Será porque vino usted de otro planeta?

    O se explica como pueda o nos deja boquiabiertos.

  2. disculpe Sr. Tiempos, pensaba que en el planeta Tierra no pasaban esas cosas. Vengo de un planeta lejano, tan lejano que llegué aquí bajo una técnica llamada ‘telemorfosis’, técnica todavía desconocida de la ciencia humana. Estoy de viaje exploratorio intergaláctico y sólo estaré aquí en Tierra unos pocos años más. Después sigo mi viaje. Mientras tanto les observo y les analizo.

  3. Ahora lo entiendo y hace usted muy bien. No dudo de que cuando se marche se sentirá aliviado. Nosotros no tenemos esa suerte porque vamos de mal en peor. ¿No vendrá usted del planeta del Pequeño Príncipe?

  4. ¿cómo lo ha adivinado?, no es fácil hacerlo pues se trata de un muy lejano planeta poco conocido y muy distinto al de Uds. Sólo le diré que es pequeñito y de color rojizo.

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