Los clubes deportivos, de fútbol o de tenis o de golf o de lo que sea, son entidades privadas, con raras excepciones: pasaron los tiempos en que el Estado los prohijaba: ¡aquel Atlético Aviación de ambigua recordación! TVE puede en consecuencia atender sus peripecias, pero sin ponerse al servicio de ninguno de ellos. Pero esto es lo que sucede justamente en la cadena pública. Un programa de amplio seguimiento, que se emite los domingos por la noche y en hora punta, se dedica casi exclusivamente a debatir los sucedidos, lances, aventuras y desventuras de un único club deportivo, cuando en España los que son de categorías nacionales superan los doscientos –hablamos sólo de los de fútbol–. No es serio ni responsable ni conveniente. Flaco favor el que se hace a la necesaria descentralización del Estado con programas de esta índole. Pero a sus directores no parece importarles esta escandalosa aventura por los territorios de la desigualdad y la elevación a públicos de los intereses privados.
MIGUEL GARCÍA-POSADA
