«Umbralandia»

Fuentes de toda solvencia atribuyen toda la responsabilidad del miserable ataque contra Francisco Umbral a las insidiosas maneras de un periodista colombiano y  no mexicano, como decíamos en nuestro comentario de hace unos días. A los efectos da lo mismo porque los difamadores de esta especie no tienen nación; pertenecen a esa oscura patria de la <<mala gente que camina y va apestando la tierra>>, como dijo Antonio Machado. Ni los  colombianos, ni los mexicanos, ni nadie, tienen la culpa de tener paisanos así. Gracias de todos modos a esas fuentes por su precisión. Eso sí, no queremos acordarnos del nombre del difamador.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

 

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2 comentarios

  1. El tiempo dirá lo muy grande que era Umbral.

    Lo grande que es y que será para siempre…

    Un lector

    (En fin, este es el país que tenemos; qué mas da todo, ya…)

  2. Umbral pertenecía a esa rara raza de escritores atravesada por la corriente lírica y rítmica de la poesía de todos los tiempos. Su prosa era pura delectación, ironía y lúdica extravagancia, su prosa era la de un estilismo forjado en hierro ardiente, saciedad de toda gula y voz marcada de tropismos.

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