La nueva ciencia española

En la segunda convocatoriade STARTING GRANTS, proyectos y científicos españoles han obtenido buenos resultados,consolidándose en la sexta posición comunitaria. Ya están abiertas las tercerasconvocatorias de las áreas de CienciasFísicas e Ingeniería, Cienciasde la Vida y CienciasSociales y Humanidades

El otro díaleimos en esta noticia de SINClos resultados del programa STARTING GRANTS, que se encuentra enmarcado en el 7ºPrograma Marco (cuidado con esta otra página del MICINN, queestá caducada y no tiene fechas completas). Os dejo que leáis la noticia, quecontiene suficientes datos como para que os hagáis una idea suficiente del pesode la iniciativa. Porcierto, la tercera convocatoria cuenta con un presupuesto de 528 M €, una cifra muycercana a los seisronaldos que se pasearon por los medios la semana pasada. Me parecebastante demagógico el articulito, pero no cabe duda de que es una ocurrenciagenial crear una nueva unidad de medida, a medio camino entre el soso millón yel inimaginable billón.

 

Yo voy aaprovechar este post para señalar que entre los españoles premiados en elapartado de Ciencias Sociales y Humanidades se encuentra la investigadora Anna Alberni con el apasionante proyecto “La última canción de lostrovadores: Codificación lingüística y construcción de un canon literario en laCorona de Aragón de los siglos XIV y XV”. Lo saco a colación no sólo porquepersonalmente me interese, sino porque considero que constituye un ejemploperfecto de cómo también las humanidades pueden constituir paradigmasinnovadores.

 

Endisciplinas históricas, en particular, pocas cosas puede haber tan valiosascomo la recuperación de canones. No porque su valor consista sencillamente en haberseconvertido en un modelo, ni por la belleza de la imposición bruta, sino por elesfuerzo intrínseco en un proceso que, desenterrado, recobra en el estudioso eldinamismo que lo agitó en su momento, cuando no era más que un entramado frágilque consiguió prosperar. Además, es en la relación discordante con los cánones cuandosurgen los lenguajes periféricos, las deformaciones humorísticas y laspropuestas provocadoras o desconcertantes que, en algunos casos, llegan aconvertirse, a su vez, en nuevos adalides de su tiempo.

 

Aunque seaalgo que hayamos olvidado, hubo una época en que los trovadores eran corresponsalesde guerra y directores de superproducciones. Que nos lo recuerden es un alivio,porque recuperar la imaginación supone un impulso para la creación de nuevasrealidades, y a la ciencia nunca le sobran fuerzas.

 

 

Por Jaime Capitel

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