Un 0,7 de tu declaración para financiar la ciencia

Desde 2008 se ha venido denunciando en toda suerte foros, uno de los cuales ha sido este modesto blog, el cambio de tendencia en la financiación de la investigación científica con fondos y programas públicos. De 2008 iba a ser la nueva Ley de la Ciencia, de 2011 fue al final; pero su principal propuesta en el campo económico, la famosa Agencia de Financiación, es solo un brumoso concepto a la espera de nuevos vientos que le permitan precipitar su frescor sobre nuestros cráneos pensantes más previlegiados.

2012 marcha desenfrenadamente por la senda del desmoche que abriera el tijeretazo de 2008. 600 millones menos para la investigación científica significa muchas (más) carreras truncadas, muchos (menos) grupos de investigación, y casi ningún centro de investigación público con el poderío económico suficiente como para competir en el panorama internacional. Teníamos pendiente saltar de la producción de artículos a la innovación a través de patentes, pero quizás nos quedemos con unos pocos científicos supérstites.

A menos que alguien en el gobierno se dé cuenta de que por competitiva que se quiera la ciencia, deberá comenzar y proseguir por ser también básica… o a menos que se hagan avances en la concepción de unos presupuestos generales del estado más participativos. Esa es la idea promovida por Francisco J. H. H., un neurocientífico soriano afincado en Reino Unido. Si podemos decidir que un 0,7 de nuestra declaración de la renta vaya a la Iglesia o a otras instituciones benéficas; si la ciencia está necesitada de benefactores… ¿por qué no convertirnos en contribuyentes activos a la causa del conocimiento?

Podéis leer la propuesta inicial de Francisco en este enlace, o apuntaros en la acción de actuable, que ya han firmado casi 23.000 personas.

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4 comentarios

  1. Genial. Otra posibilidad/alternativa de nueva recaudación para que la gestión siga siendo igual de pésima. Me encanta la intención de remover conciencias para vaciar bolsillos. Si seguimos así, convertiremos el CSIC en una ong.
    La investigación debería servir para cambiar el modelo productivo. En manos de quién está (los políticos) y con los «años dorados» que hemos tenido ¿lo ha hecho? ¿Y siguen pensando que confíe en ellos? Pues va a ser que no!

  2. Estupendo. Así tranquilizamos la conciencia de políticos ignorantes y damos la razón a quienes dicen que todo debe privatizarse y nada ser público.
    Y DE PASO colaboramos a suprimir la ayuda del primer mundo a otros países o colelctivos con necesidades urgentes.

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