Espacio de debate – Circular 42 de mayo de 2013

Este mes de mayo volvemos a tener entre manos muchas noticias dignas de debate. Además de la historia del físico compostelano, supuestamente «el mejor de Europa», que se va a quedar por el momento en Ginebra con el colisionador de hadrones, vuelve a convocarse el premio de L’Oréal para mujeres en la ciencia.

Os recuerdo que podéis hacer vuestras aportaciones al debate escribiendo en la sección de comentarios (no olvidéis señalar el número de noticia) o bien escribiendo a jcapitel(arroba)fue.es. Solo censuraremos los insultos.

  1. Programa UNESCO L’Oreal «For Women in Science»

Vamos primero con el género en la ciencia. Aprovecho, por cierto, para recomendar a quienes estén interesados en el feminismo que echen un vistazo al estupendo cartel del festival Ladyfest 2013 en Madrid (programa en pdf).

No puede ser una mala noticia que la UNESCO tenga el apoyo de una multinacional millonaria para promover la carrera profesional de mujeres en el ámbito de la ciencia a lo largo y ancho del planeta. Pero, como de costumbre, una mente mínimamente inquieta no se detiene aquí. Más allá de las críticas y sugerencias de mejora al propio programa de ayudas, que no es muy abundante en el aspecto económico y no permite dedicar más que un 10% a medidas de conciliación, la gran duda es… ¿Por qué L’Oréal? ¿Por qué la promoción de las mujeres en la ciencia tiene que estar vinculada al maquillaje, el glamour, la belleza, la cosmética? ¿Por qué no consigue la UNESCO apoyarse en multinacionales que no tengan una identidad y un público femeninos? IBM, la NASA e IVECO tienen identidades corporativas más bien masculinas, ¿no son éstas las empresas que deberían apostar por un cambio en la carrera profesional de las mujeres y demostrar que la actividad científica no es un ámbito reservado a los hombres? Aun si quisiéramos ser más conservadores y menos provocadores, hay muchas empresas en el ámbito de las ciencias de la vida que tienen una imagen corporativa más neutra. No creo que haga falta siquiera dar nombres.

Mi conclusión personal: espero que muchísimas investigadoras consigan beneficiarse con este programa, aumentar su movilidad y disfrutar de estupendas estancias de investigación en el extranjero, pero no nos engañemos: el programa, como no puede ser de otra manera, pertenece a la estrategia de márketing de L’Oréal, no a su estrategia de I+D (de lo contrario anunciaría un concurso para desarrollar programas de investigación específicos).

¿Cuál es vuestra conclusión personal? ¿Conocéis otras iniciativas para la promoción de las mujeres en la ciencia que puedan considerarse buenas prácticas?

2. La Ramón y Cajal: una convocatoria complicada 

No es por hacer sangre, no… de verdad que intentamos dar difusión a oportunidades y buenas nuevas, pero… ¿Quién, en el mundo de la ciencia, no ha visto esta imagen?

¿De quién será la otra mano?

No podíamos ignorar la noticia, aparecida en la Voz de Galicia, El País, El Mundo y otros medios. La pregunta era cuál podía ser el enfoque. Como en otras ocasiones, seguramente la periodicidad mensual de la Circular la haya salvado de caer en la trampa que suponen las prisas y las emociones.

Como la verdad, en el mundo de la opinión, está más cerca de la pluralidad que de la objetividad, la buena dirección llegó de esta entrada del blog De la I a la D, que reconocemos aquí publicamente aunque su sitio bien podría haber sido el del blog del mes.

[EXCURSUS: ¡Qué buen blog sobre I+D española! No os perdáis tampoco esta sobre la retención de talento, esta, sobre cómo evaluar CV sin caer en las trampas de la hiperproductividad científica, ni esta otra, de nuevo sobre la Ramón y Cajal.]

Bueno, los dilemas, una vez leída la primera entrada que he enlazado, son sencillos. ¿Denunciar el caso de Diego es hacer demagogia o es practicar una necesaria denuncia de la realidad? ¿Es correcto dar tanta difusión a la no concesión de la ayuda a una persona en concreto cuando la situación generalizada es que los mejores no pueden volver? ¿Somos todos Diego?

La disminución de las ayudas Ramón y Cajal es un caso sumamente paradójico. ¿Son acaso unos afortunados quienes las obtienen, o harían mejor en quedarse en sus respectivos países? El mismísmo Sheldon Cooper sería más feliz investigando con el colisionador de hadrones que el monstruo de las galletas en la fábrica de Chips Ahoy y el mismo Diego reconoce que, más allá de no poder regresar a Galicia, lo que le duele es que le hayan tocado el orgullo con una evaluación a la baja.

¿Qué haríais vosotros si os dieran una Ramón y Cajal después de años investigando en una buena universidad donde hace mucho frío como, por ejemplo, the University of Minnessota? La incertidumbre después de la Ramón y Cajal es clara, como viene denunciando ANIRC al menos desde 2011.

3. Garantía juvenil

¿Qué sentido tiene en España implantar un modelo europeo de orientación profesional a los jóvenes para que nadie se pase en el paro más de cuatro meses cuando la posibilidad de contratación entre los menores de 25 años es la más baja de toda Europa? ¿Debe el gobierno comprometerse con directrices europeas que no tienen aplicación en el territorio nacional o desarrollar iniciativas comparables con objetivos distintos (y realistas)?

El gobierno y Europa van a realizar esfuerzos inversores para que se contrate a jóvenes, especialmente a partir de 2014. Por nuestra parte, estaremos muy al tanto para dar difusión a las oportunidades que vayan apareciendo. Como no puede ser de otra manera, recomendamos la web http://garantiajuvenil.com/ a todos los que quieran comprender qué es este sistema.

¿Alguno de vosotros conoce casos concretos de amigos, familiares, compañeros, que se hayan acogido a estos sistemas en sus respectivos países de residencia?

Gracias a todos por vuestras participaciones y feliz mes de junio.

Jaime Capitel

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