Ciencia 2.0: la iniciativa de la Unión Europea para replantear la Investigación en un mundo digital

El pasado 3 de julio la Comisión Europea puso en marcha la consulta pública sobre la “Ciencia 2.0”. Una iniciativa, gestionada por DG Research & Innovation y DG Communication, Networks, Content and Technology, que proporciona un área digital pública para la consulta relacionada con el papel de la investigación científica en los años 2000.

Desde el 3 de julio hasta el 30 de septiembre podrán realizarse las consultas a través de correo electrónico u ordinario. Las informaciones de contacto se encuentran aquí, en el apartado “Contact details”. Los resultados de la consulta saldrán en un informe recopilatorio en otoño 2014.

El proyecto fue propulsado por el número creciente de científicos receptivos al cambio que las nuevas tecnologías y el entorno digital van imprimiendo en su tarea diaria y, por otro lado, por el incremento de la presencia en la web de publicaciones accesibles de forma libre y gratuita. Este cambio de actitud del mundo de la investigación ha provocado el nacimiento, en los ciudadanos de a pié, de una nueva percepción de la labor investigadora, más cercana y en la que ellos mismos pueden participar de forma activa.

Ciencia 2.0

La iniciativa apunta hacia el entendimiento del potencial real de recaída en la Sociedad de la Ciencia 2.0, así como la captación de una acción política al respecto, es decir medir y fomentar el compromiso de la sociedad civil y política en la labor científico-investigadora. Los objetivos principales de la consulta, listados en el documento de base del proyecto, son:

  • Evaluar el grado de conciencia del modus operandi en el ámbito científico por parte de todas las componentes interesadas.
  • Evaluar la percepción de los retos y oportunidades proporcionados por la Ciencia 2.0.
  • Identificar las potenciales implicaciones políticas así como las acciones a realizar para reforzar la competitividad de la Ciencia europea y del sistema de la investigación.

El abanico de destinatarios es muy amplio y heterogéneo e incluye universidades, academias y sociedades científicas, así como organizaciones que subvencionan la Investigación, librerías científicas, editoriales escolares y empresas involucradas en el campo de la ciencia.

Además, la Comisión Europea anima la participación de los ciudadanos de a pié y de instituciones públicas subrayando una característica fundamental de la Ciencia 2.0: acabar con la idea de que la investigación es una tarea elitista, alejada de la gente común, incomprensible y de difícil acceso.

Motivados vs. Reticentes

El empuje principal de Ciencia 2.0 es desde luego la nueva actitud que va caracterizando la propia comunidad científica: una mayor apertura hacia el intercambio y la transferencia de conocimientos de forma ágil, libre y gratuita gracias al soporte de las nuevas tecnologías. Esta nueva actitud se debe a la convergencia de múltiples factores:

  1. El notable aumento de científicos y de instituciones y organizaciones que trabajan en el campo de la Investigación.
  2. La creciente posibilidad de uso de tecnologías de bajo coste.
  3. Una cada vez más insistente petición de soluciones para los grandes retos de la Sociedad.
  4. La considerable presencia de nativos digitales en el mundo de la Investigación.
  5. El escrutinio constante que se aplica con respecto a la integridad y fiabilidad de la actividad científicas dentro de la Sociedad.

Por otro lado, no podemos dejar de considerar las barreras que impiden la difusión de la Ciencia 2.0:

  1. La reticencia de una aun consistente parte de la comunidad científica.
  2. La falta de incentivos y de financiación.
  3. La imposibilidad de garantizar la calidad a largo plazo.
  4. El miedo al error.
  5. La importante cuestión de la propiedad intelectual.
  6. El  escasamente definido papel que deben ejercer los ciudadanos.

Implicaciones económicas y sociales

La positiva aplicación de la Ciencia 2.0 implicaría unas consecuencias muy valiosas tanto para el mundo de la Ciencia y la Investigación como para la Sociedad civil, entre otras, una mejora de la transparencia de los resultados y la construcción de un sistema de colaboración internacional que fomente la productividad, calidad y eficiencia para los investigadores. Por otro lado, no se pueden olvidar los beneficios para la Economía y la Innovación, sobre todo para las empresas y PYMEs que actúan en el sector de I+D.

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