La “Estoria de España” de Alfonso X. Edición y estudio de la Versión crítica desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II

por Cristina Moya García

Mariano de la CAMPA GUTIÉRREZ, La “Estoria de España” de Alfonso X. Edición y estudio de la Versión crítica desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II. Anejos de Analecta Malacitana, LXXV, Málaga:Universidad de Málaga, 2009. 596 pp
Mariano de la CAMPA GUTIÉRREZ, La “Estoria de España” de Alfonso X. Edición y estudio de la Versión crítica desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II. Anejos de Analecta Malacitana, LXXV, Málaga:Universidad de Málaga, 2009. 596 pp

La Estoria de España de Alfonso X el Sabio, uno de los proyectos más ambiciosos, influyentes e importantes del siglo XIII castellano, marcó un antes y un después en la historiografía peninsular. Distintos estudios han ido arrojando luz a lo largo del tiempo sobre su compleja composición y difusión, siendo La “Estoria de España” de Alfonso X. Edición y estudio de la Versión crítica desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II, de Mariano de la Campa, un importante eslabón en la cadena de investigaciones que se han realizado al respecto.

Si en 1993 Inés Fernández-Ordóñez publicó la parte de la Versión crítica de la Estoria de España que se extendía desde Pelayo hasta Ordoño II (Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal-Universidad Autónoma de Madrid), Mariano de la Campa nos ofrece ahora el texto de la Versión crítica desde el reinado de Fruela II hasta el de Fernando II. Su edición va precedida de un completo y documentado estudio en el que el autor aborda múltiples cuestiones (pp. 13-241).

Tras una presentación de la profesora Mª Teresa Echenique Elizondo y una breve introducción, el doctor de la Campa entra propiamente en materia con el capítulo titulado “De la Crónica de veinte reyes a la Versión crítica de la Estoria de España”, donde hace un repaso de las principales investigaciones sobre la Estoria de España y los avances más significativos en el conocimiento de la obra historiográfica del rey Sabio desde finales del siglo XIX, hasta los realizados a finales del siglo XX y principios del XXI. El punto de partida lo marca Menéndez Pidal que, tras llegar a las crónicas a partir de su interés por la épica, llevó a cabo importantes estudios que comenzaron a esclarecer la composición de la Estoria de España. De este modo, tras publicar en 1906 el texto de la Estoria de España que recogen los manuscritos E1 y E2 de la Biblioteca de El Escorial e identificarlo con la versión original de la obra elaborada en el taller historiográfico alfonsí, en 1916 distinguió dos versiones de la Estoria de España: la Versión vulgar y la Versión regia; además, se percató de que el texto de la Versión vulgar estaba, en ocasiones, más próximo a las fuentes que el de la Versión regia. En los años 20, continúo con sus aportaciones en el terreno historiográfico.

En el repaso que nos ofrece Mariano de la Campa sobre los principales estudios dedicados a la Estoria de España alfonsí, se detiene a continuación en los trabajos que Henry R. Lang y Theodor Babbitt realizaron en los años 20 y 30 del siglo XX, trabajos que puntualizaron y, en ocasiones, corrigieron las teorías de Menéndez Pidal. Después, analiza las decisivas investigaciones de Luis Felipe Lindley Cintra, tan importantes que renovaron la historiografía y llevaron a Menéndez Pidal a revisar algunos puntos de sus escritos. En la década de los 60 nos encontramos con otro de los grandes nombres de los estudios cronísticos: Diego Catalán. También hay un recuerdo a las contribuciones de Gómez Pérez y de Nancy Dyer. Mención especial merece la labor realizada en el seno del Seminario Menéndez Pidal, donde Diego Catalán y un grupo de jóvenes investigadores por él tutelados han obtenido resultados extraordinarios. Como apunta de la Campa: “Los conceptos de Versiones y Crónicas constituyen, dentro del enfoque científico desarrollado bajo la dirección de Diego Catalán, la «piedra angular» de una nueva orientación crítica” (p. 28). Ciertamente, es complicado entender cómo se compuso y difundió la Estoria de España, y las aportaciones del Seminario Menéndez Pidal resultan imprescindibles para calibrar las diferencias existentes entre versión y crónica y cuáles son las versiones y las crónicas que derivan del proyecto alfonsí. En este sentido, el repaso que hace Mariano de la Campa por las diferentes etapas en el estudio de esta materia y las explicaciones que él mismo va intercalando son muy útiles para un lector que no conozca exhaustivamente la labor historiográfica del rey Sabio. Aclarado y resaltado el importante hecho de que el proyecto de la Estoria de España no llegó a completarse en vida de Alfonso X, estamos en condiciones de acercarnos a las distintas versiones que se fueron conformando a lo largo del tiempo y a las diferentes crónicas elaboradas a partir de ellas. Así, hemos de saber que lo que ha sido denominado por la crítica como tradición troncal se conserva en la Versión regia y en la Versión primitiva. Igualmente, de un texto que procedía de la tradición troncal se formó, en época postalfonsí, la Crónica amplificada de 1289. También existe la Versión vulgar –cuya continuación parece ser la Versión enmendada después de 1274– y la Versión crítica, definida por el profesor de la Campa como un “texto compuesto entre 1282-1284 (abarca desde el inicio de la historia gótica hasta la muerte de Fernando II), que se elaboró sobre un texto muy antiguo de la Estoria de España, pero en el que se hicieron cambios muy significativos a lo largo de toda la historia” (pp. 29-30). Esta versión nos interesa especialmente por ser la presente obra una edición de parte de ella, exactamente la que se extiende de Fruela II a la muerte de Fernando II, como ya se ha indicado con anterioridad.

A continuación, Mariano de la Campa se centra en el análisis de la tradición manuscrita de la Crónica de veinte reyes, estudio fundamental porque los doce manuscritos que se conservan de esta crónica, y que constituyen una “subfamilia”, conforman junto al ms. Ss la rama más importante de la Versión crítica. Tras hacer una filiación y valoración de todos los manuscritos de la Crónica de veinte reyes y del ms. Ss, el autor llega a la conclusión de que este último manuscrito es superior a todos los demás (pp. 33-83). Una vez realizados los pertinentes cotejos entre los manuscritos citados, el profesor de la Campa está en condiciones de ofrecer un nuevo stemma de la Versión crítica que corrige los ofrecidos previamente por Menéndez Pidal, Nancy Dyer y Brian Powell.

En el capítulo III, el doctor de la Campa se centra en la parte de la versión crítica que él edita. Fundamental es la explicación de que “el prototipo de la Versión crítica se nos conserva en tres ramas: una, compuesta por el ms. Ss y sus hermanos (la Crónica de veinte reyes), otra, la formada por los manuscritos que constituyen la Crónica general vulgata (CGV), y una tercera, integrada por los manuscritos relacionados con la Estoria del fecho de los godos” (p. 89). Para hacer una valoración de cada una de las ramas, Mariano de la Campa enfrenta La Crónica general vulgata al ms. Ss y sus hermanos (la Crónica de veinte reyes); La Estoria del fecho de los godos al ms. Ss y sus hermanos; y la Crónica general vulgata y la Estoria del fecho de los godos al ms. Ss y sus hermanos. Por otro lado, es importante saber que el texto de la Versión crítica fue construido sobre el prototipo del que también proceden la Versión primitiva y amplificada de la Estoria de España. No obstante, el formador –o formadores– de la Versión crítica se mostró en desacuerdo con algunas cuestiones que afectaban tanto a la materia como a la cronología, por lo que hizo algunas modificaciones destinadas a mejorar el texto de la Estoria de España (pp. 128-146).

Ampliamente se ocupa también el autor de las “cronologías y sincronías” de la Versión crítica y de su relación con las fuentes. El capítulo IV se dedica al estudio de la Versión crítica a partir de los reyes de Castilla desde Fernando I hasta Alfonso VII. Finalmente, en el capítulo V, Mariano de la Campa expone dieciséis conclusiones que resumen las ideas principales de su estudio introductorio. Son dieciséis puntos claros y concisos que ayudan al lector a comprender la configuración y transmisión de la Versión crítica de la Estoria de España. Realmente, todo lo relativo a la Estoria de España alfonsí, en general, y lo que atañe a las versiones, en particular, es sumamente complejo y difícil. El propio autor es consciente de ello y por eso, en la última de las conclusiones que presenta, declara: “el testimonio de la Versión primitiva se convierte en cimiento importantísimo para establecer la comparación entre versiones. La comparación entre estas versiones viene a iluminar el proceso de composición y refundición de los historiadores del escritorio alfonsí del que tantas cosas se nos escapan” (p. 241).

Antes de la edición propiamente dicha, se especifican los manuscritos citados y se recoge la bibliografía junto con unas claves bibliográficas. A continuación, se anotan las ediciones de la Crónica de veinte reyes y se expone el propósito de la presente edición, así como los criterios de edición y la explicación del establecimiento del texto. Las normas de transcripción y la relación de los textos empleados dan paso a la ambiciosa y completa edición que nos ofrece Mariano de la Campa (pp. 265-592).

Nos encontramos, sin duda, ante un trabajo importante en el que el autor deja claro que es un buen conocedor de la Estoria de España alfonsí y pone, por fin, a disposición de la comunidad científica la edición de la Versión crítica de la Estoria de España desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II.

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Cómo citar esta reseña:

MOYA GARCÍA, Cristina: “La “Estoria de España” de Alfonso X. Edición y estudio de la Versión crítica desde Fruela II hasta la muerte de Fernando II”, en Librosdelacorte.es, Núm. 2, Año 2, otoño-invierno, 2010, ISSN: 1989-6425 (edición impresa, p. 82).

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