Elisabetta Farnese principesa di Parma e regina di Spagna. Atti del Convegno internazionale di studi Parma

por Mercedes Simal López

Gigliola FRAGNITO (ed.). Elisabetta Farnese principesa di Parma e regina di Spagna. Atti del Convegno internazionale di studi Parma, 2-4 ottobre 2008, Roma: Viella, 2009, 404 pp.
Gigliola FRAGNITO (ed.). Elisabetta Farnese principesa di Parma e regina di Spagna. Atti del Convegno internazionale di studi Parma, 2-4 ottobre 2008, Roma: Viella, 2009, 404 pp.

En los últimos años la figura de la reina Isabel de Farnesio en particular, y el reinado de Felipe V en general, están siendo objeto de una profunda revisión desde un punto de vista histórico, artístico y cultural, en un intento de acabar con los tópicos que tradicionalmente han definido el reinado del primer Borbón.

En el caso de la reina, en 2008 tuvo lugar en Parma, su ciudad de origen, un congreso internacional cuyas actas se publicaron un año después, en el que distintos especialistas estudiaron su figura como ejemplo de la dimensión política de la realeza femenina, y del complejo rol que las soberanas y regentes jugaron en la escena europea durante la Edad Moderna, incidiendo en el análisis de las aportaciones de la reina a la construcción de la soberanía monárquica, y de la función que ejerció como consorte en la mediación política y en la gestión del poder.

Los distintos estudios recopilados en este libro -hasta un total de diecisiete, publicados en italiano, español y francés – tratan de dar luz sobre aspectos de la vida de Isabel de Farnesio que hasta ahora habían sido poco analizados o que han permanecido en la sombra.

Los primeros trabajos definen el contexto en el que nació y se crió la futura soberana. El texto de Giovanni Tocci dibuja con detalle la situación que atravesaba el ducado de Parma y Plasencia entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, y el papel que jugaron los territorios farnesianos en Italia y en Europa durante el gobierno del duque Francesco Farnesio (1694-1731), padrastro de la futura reina, en un momento en que peligraba la sucesión de la dinastía y era acuciante asegurar la conservación del poder. Y a continuación, Giuseppe Bertini ha revisado los años de formación artística de Isabel de Farnesio durante su juventud en el ducado de Parma, que resultan fundamentales para comprender la sustitución de la influencia francesa por los modelos italianos tras su llegada a la corte española, así como las distintas iniciativas artísticas, culturales y musicales llevadas a cabo por la soberana durante su reinado. Gracias al diario de Giustiniano Borra, Bertini ha reconstruido buena parte del calendario de representaciones musicales y teatrales a las que asistió la joven Isabel durante su juventud, época durante la que el ducado farnesiano vivió años de gran esplendor cortesano gracias a la enorme calidad de las manifestaciones artísticas que tuvieron lugar en la corte -en la que trabajaron artistas de la talla de Ferdinando Galli Bibiena o Nicolò Maria Vaccari-, y la riqueza de las colecciones de obras de arte atesoradas en la ciudad por la dinastía, reordenadas durante esos años, y que convirtieron a Parma en una de las grandes “capitales” culturales de la Europa del momento.

Tras un texto de Luigi Pelizzoni dedicado a las distintas etapas del viaje de Isabel de Farnesio a España en 1714, Lucien Bély ha analizado las circunstancias que rodearon el encuentro entre Isabel de Farnesio y la Princesa de los Ursinos y las reacciones que provocó la expulsión de la antigua camarera mayor de la reina.

A continuación, distintos trabajos están dedicados a la faceta de gobernadora de Isabel de Farnesio. Ya desde antes de su llegada a España, la parmesana demostró ser una mujer audaz y de carácter y con una clara voluntad de intervenir en la política del reino, y las circunstancias que acaecieron durante los años de su reinado sin duda le ofrecieron la posibilidad -e incluso la necesidad- de hacerlo. Por ello, en este libro varios estudios han incidido en cómo la política exterior española del reinado de Felipe V estuvo enfocada a reivindicar, para los hijos de la reina, la herencia farnesiana y medicea a la que tenía derecho, con la intención de crear un gran estado farnesiano en la Italia central, autónomo de España, que encajaba con las aspiraciones de Felipe V de recuperar, tras la pérdida de los territorio italianos derivada del Tratado de Utrecht, una zona de influencia en Italia, que posteriormente también llevaría a la reconquista de Nápoles y Sicilia. María Ángeles Pérez Samper se ha centrado en el modo en que Isabel de Farnesio ejerció el poder en calidad de “esposa del rey” y posteriormente de “madre de rey”. Durante su reinado la soberana tuvo que conjugar en todo momento la difícil y delicada tarea del cuidado de Felipe V con la del control de la corte y de la monarquía. Por ello, Pérez Samper ha analizado cómo Isabel de Farnesio se valió del ceremonial -analizando en concreto el caso de las audiencias- para “reinar” y “gobernar” no sólo a través del mando efectivo, sino también del mundo de los símbolos y de los rituales. Desde otra perspectiva, Mª Victoria López Cordón ha trazado un recorrido por el ejercicio del poder que llevó a cabo Isabel de Farnesio, analizando las figuras de los distintos cortesanos en los que sucesivamente fue depositando su confianza -personas con un perfil bien determinado, frente a los miembros de la alta nobleza que tradicionalmente habían servido a los soberanos-, así como los cambios que sufrieron los distintos órganos administrativos de la monarquía a lo largo de su reinado -en parte por influencia del modelo parmesano-, destinados a concentrar el poder de decisión en la figura de los secretarios. La reducción de la famosa etiqueta española y la introducción de una gran confusión en el modo de gobernar y en la vida cortesana debido a los frecuentes estados depresivos del rey hicieron que buena parte de la nobleza española fuese contraria a Isabel de Farnesio debido al estrecho control que ésta ejercía sobre Felipe V, situación que acabó alterando el juego de poder que desde hacía siglos se desprendía del contacto cotidiano entre los Grandes y el soberano. Asimismo, los frecuentes episodios depresivos de Felipe V que se sucedieron a partir de 1728 obligaron a Isabel de Farnesio a adoptar la fórmula legal de “reina gobernadora” durante las épocas en que se agravaba la melancolía del soberano, y ante la gravedad de la situación, López Cordón interpreta el “Lustro Real” como una drástica medida tomada por la soberana con un claro significado político, ya que de este modo la reina trató de atenuar la “melancolía” que aquejaba al soberano, y al mismo tiempo poner fin a las intrigas cortesanas que su salud estaba generando, además de intentar mejorar el comercio de ultramar. Pero si bien las circunstancias limitaron a la reina los espacios de su poder, el mecenazgo que ejerció y el lujo y el esplendor de la vida en palacio la definieron como una auténtica reina cortesana.

Uno de los ámbitos artísticos que más florecieron en la corte durante su reinado fue el musical. Nicolás Morales ha analizado el gusto de la reina por la música a lo largo de su vida y cómo, desde su llegada a España, esta disciplina fue adquiriendo cada vez más importancia en la corte con la sucesiva llegada de músicos italianos -entre los que sin duda destacó Farinelli, y cuya nómina ha sido reconstruida con detalle entre los años 1737 y 1746- y de compañías como la de los Trufaldines, hasta la instalación de la ópera italiana en la corte.

A continuación, varios historiadores han analizado desde distintos puntos de vista la política exterior que desarrolló España en Italia y las repercusiones que tuvo la sucesión del ducado de Parma en las relaciones internacionales en general -tema que ha abordado Mirella Mafrici-, y en especial con la Santa Sede -analizado por Stefano Tabacchi- y la corte de Viena -a cargo de Pia Wallnig-.

Otra de las aportaciones de este congreso ha sido el trabajo de Inma Ascione -responsable de la espléndida edición de la correspondencia que el infante don Carlos, posteriormente duque de Parma, rey de Nápoles y Sicilia y a continuación de España, mantuvo con sus padres entre 1720 y 1744, publicada en Roma entre 2001 y 2002-relativo a cómo transcurrió el “año sin rey”, el período desde la lectura del testamento de Fernando VI el 10 de diciembre de 1758 hasta la llegada de Carlos III a Madrid el 9 de diciembre del año siguiente, durante el que Isabel de Farnesio tuyo que volver a ejercer el poder hasta la llegada de su primogénito, a la luz del centenar de cartas que se han conservan en el Archivo Histórico Nacional de la correspondencia que mantuvieron madre e hijo, y que aportan noticias de gran interés para el conocimiento de ese período.

Los dos últimos trabajos están dedicados al patrimonio acumulado durante generaciones por la dinastía Farnesio, que fue trasladado a Nápoles por el primogénito de Isabel de Farnesio ante el temor de que acabaran en manos austriacas. Pierluigi Leone de Castris repasa las circunstancias en las que se llevó a cabo el traslado de las colecciones farnesianas de obras de arte desde Parma a Nápoles, en donde aún se conservan instaladas entre el Museo de Capodimonte y el Arqueológico. Y por último Maria Grazia Maiorini desgrana la historia del “Archivio Farnesiano”, el riquísimo fondo documental que constituye una de las secciones del Archivo de Estado de Nápoles, y cuya consulta resulta fundamental para la comprensión de la corte española durante el reinado de Felipe V.

El libro concluye con un esquema biográfico de Isabel de Farnesio, y con un completo índice onomástico, que convierten estas actas en un útil instrumento para el estudio de la figura de esta reina.

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Cómo citar esta reseña:

SIMAL LÓPEZ, Mercedes: “Elisabetta Farnese principesa di Parma e regina di Spagna. Atti del Convegno internazionale di studi Parma”, en Librosdelacorte.es, Núm. 2, Año 2, otoño-invierno, 2010, ISSN: 1989-6425 (edición impresa, p. 86).

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