En la CE creen aún en los biocarburantes y en su sostenibilidad
Y así lo ha explicado el Comisario de la Energía en Europa, Günter Oettinger, tras anunciar en varios comunicados, que los biocarburantes serán la principal alternativa a los combustibles de origen fósil en los próximos años. Pero no de cualquier forma. Si no garantizando la sostenibilidad de los mismos a lo largo de su cadena de producción y logística mediante la asignación de certificaciones “que serán las más estrictas y rigurosas del mundo”, independientemente de su procedencia.
El objetivo marcado para 2020, establece que un total del 10% de la energía consumida por el sector transporte, deberá proceder de fuentes de energía renovables. Es mucha esta cantidad para ser cubierta por los biocarburantes a partir de cultivos en Europa?? Parece ser que no. Europa posee un excedente de tierras en desuso, que podrían generar la suficiente bioenergía para cubrir los objetivos por sí misma, sin necesidad de importar de terceros países.
El sistema de certificación incluirá el control de una auditoría independiente que analizará la cadena de producción y distribución, garantizándose la sostenibilidad de los biocarburantes. Es decir, nada de deforestar para plantar palma, nada de usar tierras con alto valor ecológico, de alta biodiversidad, zonas tropicales o humedales. Además, deberán asegurar una reducción del 35% de gases de efecto invernadero respecto los combustibles fósiles. Cantidad que aumentará hasta el 50% para 2017 y 60% en 2018.
Desde los diferentes sectores nacionales, se valora positivamente este anuncio, solicitando que los mismos certificados y criterios de rigurosidad sean extrapolados a otros sectores industriales. Y es como dato, actualmente tan sólo el 1% de la producción del aceite de palma que se produce en el mundo, tiene como finalidad producir biodiesel. Esto son 500.000 toneladas, de un total de 20 millones de toneladas, que son usadas para los sectores de la cosmética y la alimentación.