Enfermedades olvidadas…

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha organizado recientemente en Ginebra una reunión de dos días para tratar de impulsar un plan de acción contra las enfermedades tropicales olvidadas. En ella se han reunido dirigentes de la OMS, gobiernos de diferentes países, científicos y diversas empresas farmacéuticas, entre otros, con el fin de “estrechar la colaboración entre el sector público y privado” y con el “deseo de que las conclusiones de la reunión se traduzcan en medidas concretas”.

 Enfermedad del sueño

Parece que efectivamente algo se ha avanzado puesto que algunas empresas farmacéuticas han firmado acuerdos en los que se comprometen a donar una cierta cantidad de medicamentos para ayudar al control de estas enfermedades. Esperemos que  así sea porque lo que resulta curioso es que se las denomine olvidadas cuando afectan al 90% de la población mundial. Aunque más que curioso, habría que decir vergonzoso, puesto que este olvido no se debe sino a la falta de beneficio económico que se obtiene con ello. Las personas que padecen estas enfermedades se encuentran en países en vías de desarrollo y no tienen capacidad económica para poder acceder a los tratamientos. Por tanto, la fabricación de medicinas para combatirlas no resulta rentable para las farmacéuticas. Como a los grandes gobiernos tampoco les quita el sueño, seguirán muriendo 530.000 personas cada año a causa de las mismas. Además, una de cada seis personas en el mundo está afectada por una o varias de estas enfermedades. Entre estas patologías encontramos: úlcera de Burundi, cólera, cisticercosis, la enfermedad de Chagas, la dracunculiasis, leishmaniasis, filariosis, esquistomatosis o enfermedad del sueño, entre otras…

 

Claro que yo me indigno cuando veo este tipo de noticias en las que se pretende aparentar preocupación e interés por las enfermedades de los más desfavorecidos… Como bien dice mi abuela “mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”. Me pregunto si las medidas acordadas sólo se han quedado y se van a quedar en regalar unos cuantos comprimidos para aparentar solidaridad o, si por el contrario, realmente este es el primer paso para comenzar a poner en práctica una batería de medidas eficaces. Cierto es que se había dejado prácticamente de investigar para la obtención de tratamientos para combatir estas enfermedades (sólo un 1% de los 1.556 medicamentos desarrollados entre 1975 y 2004 fueron tratamientos para enfermedades olvidadas), pero indudablemente actualmente sí se está investigando y obteniendo nuevos fármacos para patologías como el VIH a los que tampoco tienen acceso los olvidados.

 

Evidentemente por algo hay que empezar. Soñemos con un final feliz para esta historia, el cual ha de pasar inevitablemente por una inversión firme y sin restricciones en I+D sin esperar a que estas enfermedades, ahora denominadas olvidadas, se conviertan en apetecibles y explotables económicamente al desembarcar en el primer mundo como consecuencia de la globalización.  

 

Marta Ramos (Düsseldorf)

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Un comentario

  1. Totalmente de acuerdo. Es muy triste que las investigaciones tengan que avanzar en función del posible beneficio económico en lugar del interés por curar una enfermedad y ayudar a la gente que la sufre. Por desgracia hay muchas cosas que se mueven con este mismo motor…

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