Guías para los científicos a la hora de comunicarse con los medios…

Existen distintas fuentes donde los científicos podemos adquirir consejos a la hora de comunicarnos con los medios. Todo parte de la idea de que la sociedad necesita estar informada de cuanto le concierne. Esta necesidad de estar informado no se cubre con revistas específicas de investigación, libros de texto o conferencias, sino que hace uso de medios más populares y cercanos como la radio, la televisión o los periódicos. Es en estos medios donde la población en general recibe consejo científico y conocimiento sobre el progreso tecnológico…

Por ello, es importante que los científicos conozcan (conozcamos) el papel de los medios y cómo operan a la hora de comunicar las noticias a la sociedad. En la actualidad, acercar la ciencia a la sociedad requiere que la comuniquemos de forma clara evitando cualquier interpretación errónea de lo que decimos. En particular existen muchos ejemplos de historias que han generado una ansiedad innecesaria en ausencia de una evidencia real empírica, en muchos casos derivados de cómo los científicos se expresan en relación a un riesgo. El problema último ha sido que mientras la ciencia opera dentro de los límites de la incertidumbre, el ciudadano se preocupa por asegurarse que el sistema debe hacer lo mejor para protegerlo. Este distinto lenguaje es el que el investigador debe evitar y a la hora de comunicar los periodistas son aquí los que juegan un papel central, y no el científico.

 

La guía hace una serie de recomendaciones evidentes pero que son de vital importancia para no romper el nivel de confianza sobre el investigador que a nivel europeo es alto (aunque no es incondicional). Entre otras: si una investigación es preliminar esto debe de constar y quedar bien claro desde el principio; si tus descubrimientos difieren de los de otros es importante poner a los medios en antecedentes. Particularmente interesante es la forma de comunicar los riesgos y/o beneficios de un determinado descubrimiento, hecho.   

 

Para el científico el riesgo es simplemente la probabilidad estadística de que un evento suceda con una mayor frecuencia que si se presentara por azar. Sin embargo para la sociedad, el riesgo representa algo sobre lo que preocuparse. Así, cuando el riesgo potencial pudiera ser pequeño, pero no se percibe un beneficio claro de una determinada tecnología la hostilidad de la sociedad frente ella puede ser elevada. Esto se observa claramente en el rechazo a los cultivos transgénicos por parte de importantes colectivos. En concreto en este tema quizás deberíamos hacer hincapié sobre todo en los beneficios (demostrados y/o posibles) y no tanto en su ausencia de riesgo de los distintos estudios.

Sin embargo, cuando los beneficios son claros, la percepción del riesgo se encuentra muy disminuida. Por ejemplo el uso de los rayos X en medicina se considerada como segura por la población en general a pesar de un riesgo evidente. Los coches son una de las formas más peligrosas de transporte, pero su utilidad es vista como superior a los riesgos que suponen. Por lo tanto, la percepción del riesgo por parte de la sociedad no puede ser considerada como “científica”.

 

Primera radiografía publicada por Wilhelm Röntgen en 1896

 

La guía antes mencionada usa ejemplos de cuantificación de riesgo y cifras. Para la población en general es difícil entender si la probabilidad que suceda algo de 1 entre 1 millón es “pequeña, grande, moderada?”, o qué significa una probabilidad de 1 en 1058. Este último número se corresponde con el riesgo de una colisión de partículas subatómicas en instalaciones de investigación en Italia hace algunos años. Se comentó en algunos medios, la posibilidad de que se generara un agujero negro y la consiguiente destrucción del planeta. Este riesgo que fue calculado, generó una considerable ansiedad en la población a pesar de los 58 ceros. Quizás esta ansiedad pudo haberse evitado expresando el riesgo no en términos numéricos, sino respondiendo con un simple “NO” o diciendo que 10 a la 58 es muchas veces superior al número de años que el universo ha existido. Con ambas comparaciones se llegaría a la misma conclusión.

 

Hablar con los medios exige no sólo un nivel de precisión adecuado, sino conocerlos y saber que nuestro lenguaje con ellos debe ser diferente.

 

Francisco Martínez-Abarca (EEZ)

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6 comentarios

  1. La asombrosa entrevista que transcribo íntegra a continuación apareció publicada hace pocas fechas en La Vanguardia.

    Juan Carlos Izpisúa, director del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB): "Hemos sido los primeros en curar con células madre". Autor: Lluís Amiguet, 13/01/2009.

    Tengo 48 años. Nací en Hellín. Podemos reprogramar células y convertirlas en células madre y podremos regenerar órganos. Hemos sido los primeros en curar una enfermedad con células madre. También soy investigador del Salk Institute: Barcelona será capital biomédica

    Tenemos 250 tipos de células. Todas las células experimentan T 50 divisiones y mueren.

    LEY DE VIDA.

    Yo ya no estoy tan seguro.

    ¿. ..?

    Dos descubrimientos pueden cambiar la historia de la medicina: el primero fue el de las células madre hace 10 años. Son células que pueden convertirse en todas las demás: ¿podríamos a partir de estas células generar y regenerar todos los órganos y tejidos?

    Yo hace sólo seis meses hubiera condenado por sensacionalistas a quienes especulaban con esa posibilidad. Hoy… Hoy sólo puedo decirle que estoy asombrado de lo que puede lograr la capacidad humana de trabajar en equipo, y me refiero al nuestro.

    ¿POR QUÉ?

    El año pasado se produjo el otro descubrimiento, que la calle no ha valorado pero que abre las puertas de una nueva concepción de la vida humana: ¿puede una célula que ya se ha especializado en uno de esos 250 tipos celulares humanos volver hacia atrás y transformarse de nuevo en célula madre?

    LEÍ QUE ERA UNA POSIBILIDAD.

    Lo estamos haciendo: coges cualquier célula del cuerpo; le cambias cuatro genes del núcleo y así la transformas en célula madre.

    ¿ESO QUÉ SIGNIFICA?

    Que de repente la muerte celular ya no es único destino, sino sólo una probabilidad.
    Pero hasta convertir la muerte en opción quedan obstáculos éticos y técnicos. Y es bueno que los haya: creo que ha sido necesario y justo que se nos impida a los científicos hacer cualquier cosa.

    HAY BARRERAS QUE SON ESTÍMULOS.

    Ha sido estimulante que nuestra investigación forme parte del descubrimiento científico mundial del 2008 según Science.

    EMPIEZA A DARME GRANDES NOTICIAS.

    Estamos a punto de poder coger un pelo humano, transformarlo en célula madre y con ella ser capaces de curar enfermedades genéticas y generar o regenerar cualquier parte del cuerpo.

    DA VÉRTIGO PENSARLO.

    Esta posibilidad ha hecho que nuestro equipo tenga ahora discusiones tan metafísicas como genéticas. Estas Navidades nos hemos quedado todos en el laboratorio trabajando.

    PERO CREO RECORDAR QUE HABÍA PROBLEMAS TÉCNICOS EN ESE CAMINO.

    El gran problema hasta ahora era cómo llegar al núcleo celular. ¿Cuál sería el vehículo, el vector para poder introducir esos genes regeneradores en el núcleo de la célula sin provocar otras reacciones indeseables?

    HA HABIDO VARIOS INTENTOS.

    Se ensayó con virus del sida desactivado como vector, transportador hasta el núcleo celular de los genes regeneradores; pero en el proceso el virus podía introducirse en áreas del ADN – de hecho, sucedió en uno de los experimentos-y crear células cancerosas.

    ¿CÓMO EVITARLO?

    Teníamos que hallar un vector nuevo, y en eso estamos: cuando lo encontremos definitivamente – y no estamos lejos-será posible con él curar enfermedades como el cáncer, alzheimer, diabetes, parkinson…

    PERO ESO ES UNA DE LAS POSIBILIDADES QUE ABRE ESA TÉCNICA: LAS DEMÁS DAN VÉRTIGO.

    Lo sé. Y le repito que si hace sólo seis meses alguien hubiera predicho – y así lo denuncié en su día-lo que hoy es una realidad, hubiera proclamado que engañaba a la sociedad.

    ESTOY EMOCIONADO.

    He hablado con el gobernador Arnold Schwarzenegger para que la colaboración del Instituto Salk de California – del que también formo parte-y del CMRB ayude a convertir a Barcelona en capital biomédica. El Ministerio de Ciencia e Innovación, el Departament de Salut y el mecenazgo de la Fundación Cellex van a hacerlo posible.

    ¿CÓMO TRABAJARÁN EL SALK Y EL CMRB?

    Creando equipos becados interdisciplinarios. Mi preocupación es que lo que aquí se acabe de descubrir no sirva sólo a los intereses de las multinacionales farmacológicas, sino que esté al servicio de todos.

    ¿CÓMO?

    Diseñando bancos de células madre regeneradoras que podrían curar con ellos enfermedades hoy incurables. Tendríamos que confeccionar una lista de esas enfermedades genéticas en las que podemos trabajar…

    DOCTOR: ESTÁ HACIENDO HISTORIA.

    En el CMRB ahora ya hemos sido los primeros en curar una enfermedad con células madre. Esa tecnología permitirá enfrentarnos a las demás enfermedades genéticas.

    EXCLUSIVA MUNDIAL… Y A PARTIR DE AHÍ. …

    Empezaríamos a contestar a las preguntas que hace miles de años se plantea el ser humano y cuya respuesta hasta ahora sólo la Iglesia y las religiones se atrevían a contestar. La diferencia es que ahora tendremos respuestas científicas para preguntas metafísicas como: ¿Es inevitable morir? ¿Podemos regenerar nuestro cuerpo y darle una nueva vida?

    Y LAS RESPUESTAS SON YA – POR LO QUE ME ADELANTA, DOCTOR – EMOCIONANTES.

    ¿Podemos vivir tanto como queramos? ¿Está la muerte celular inexorablemente inscrita en nuestro destino biológico? ¿Existe algo no reparable en una célula que hace que después de sus 50 divisiones muera?

    ¿. ..?

    Los japoneses han hecho la mayor inversión científica de su historia en buscar esas respuestas. Yo le puedo decir que aquí ya no son ciencia ficción.

    Nueva vida
    Izpisúa me emociona como nunca en 11 años de entrevistas. Y el doctor no es nada emocionante: se ha caracterizado por ir mucho más lejos con sus investigaciones que con sus palabras. Me habla en voz baja y expresión sobria y discreta, pero me da noticias que cambian nuestras vidas y las de nuestros hijos y ensanchan las fronteras de lo humano. Con el doctor – será Nobel-me asomo a la vida que nos abre la ciencia más allá de la muerte celular, a la que ya ha burlado con su equipo del laboratorio del CMRB. Al salir, miro al mar y me alegro de haber vivido lo bastante para poder contestar con estos hombres y mujeres preguntas que hasta ahora sólo se permitía responder a los dioses.

    Aunque parezca mentira, esa noticia apareció publicada en un periódico de toda solvencia y hasta hoy no ha sido desmentida. Entre otras enormidades, el benemérito Izpisúa afirma rotundamente que "en el CMRB ahora ya hemos sido los primeros en curar una enfermedad con células madre". Desconozco con detalle las líneas maestras de esa guía a la que alude el autor de la entrada, pero resulta evidente que su propósito de "hace(r) una serie de recomendaciones evidentes pero que son de vital importancia para no romper el nivel de confianza sobre el investigador que a nivel europeo es alto (aunque no es incondicional)", no parece en este caso muy escrupulosamente observado.

  2. Me parecio muy interesante lo que me dio a conocer hoy ARC .

    Disculpe mi abierta pregunta . Tendra usted algún correo o email o algun foro o blog personal para que le pueda escribir mis dudas.

    Soy estudiante de Biología .

    Perú.

  3. Estimado ARC:
    La guía la encontré entre una de las publicaciones de “Social Issues Research Centre” en la web: http://www.sirc.org/index.html

    Me pareció interesante sobre todo en el sentido de cual debe ser nuestro lenguaje cuando enviamos una noticia a un periódico. Siempre me sorprendió el rechazo de la sociedad a los transgénicos (desde mi punto de vista un poco exagerado), y aquí creo haber encontrado al menos una de las razones. No sabemos explicar (o no hemos podido demostrar hasta ahora) de forma clara la posible utilidad de los cultivos transgénicos frente a los ya existentes. Deberíamos de dejar de insistir en su “inocuidad” (para la salud al menos), que a cualquiera que se informe un poco le parece que muestran una seguridad similar o idéntica a los no-trasgénicos. Sin embargo, si su uso conlleva un menor uso de pesticidas y herbicidas (con un claro beneficio), debe de quedar más que patente para la sociedad.
    Por otro lado, combinar, interés y precisión no debería de ser una tarea tan difícil, aunque ejemplos donde ambos parecen ser intereses contradictorios hay muchos (quizás el que tú expones del Dr Izpisúa sea uno de ellos).
    En cualquier caso, el tiempo, como siempre, es el que pone a cada uno en su lugar, aunque la inmediatez del lenguaje periodístico no nos permita tener la paciencia necesaria para verlo.

    Un saludo

  4. Estimado Francisco,

    Gracias por el enlace a esa guía de comunicación.

    Estoy de acuerdo contigo respecto al temor un tanto irracional que una fracción de la sociedad tiene por los cultivos transgénicos. Tal vez sería bueno hacer ver de modo documentado que los cereales, por ejemplo, “no transgénicos” han estado manipulados por el hombre desde casi el nacimiento de la agricultura. Desde luego soy de los que piensan que su uso puede abastecer de recursos alimenticios, con una demanda creciente, a la sociedad, algo que sería tal vez imposible sin esas especies mejoradas. En ese aspecto creo que estamos esencialmente de acuerdo. Lamento no poder compartir contigo el juicio que tengo la impresión que te merece la declaración de Izpisúa. Lo que se dice en ella no es el deseo más o menos delirante de un científico ávido de reconocimiento porque una técnica pueda aplicarse terapéuticamente. No. Lo que él afirma es que en su centro, que por cierto no sabía que fuera clínico, han curado con células madre. A menos que especifique, él o el corresponsal que firma la entrevista, qué enfermedad o malformación se ha curado, en qué institución se ha realizado y una breve referencia al historial clínico del afortunadísimo paciente, esas declaraciones habría que desmentirlas cuanto antes o denunciarlas como una mentira y una burla a los enfermos que están a la espera de un tratamiento eficaz. Es una indecencia inaceptable jugar con las esperanzas de los enfermos que, según Izpisúa y otros como él, son el objetivo que marca el rumbo de su labor. Y no creo que haya que consumir tiempo para calificar debidamente a alguien capaz de decir algo así.

    Sigue con salud.

    ARC

  5. Estimado ARC:
    Efectivamente el artículo sobre la entrevista a Juan Carlos Izpisúa estaría entre los desafortunados según la guía referida. Y efectivamente estoy de acuerdo contigo sobre la responsabilidad, al menos del Dr. Izpisúa en lo cuidadoso del lenguaje respecto a lo que se dice y las esperanzas (y DESASOSIEGOS en caso de no ser completamente cierta) que una noticia así pueda despertar. Sin embargo, sí creo que el primero en corregir la orientación de ese artículo debe de ser el mismo Dr. Izpisúa. A no ser que este tipo de entrevistas se haya repetido en diversos periódicos (que no me consta), también pudiera ser solo una interpretación exageradamente optimista del entrevistador Ll Amiguet (http://www.barceloca.com/dataDetails-5667/es-ES/Llu%C3%ADs-Amiguet-barcelona.aspx). En cualquier caso coincido contigo en que eso no es excusa para que C Ipszua no corrija los términos, titulares e imprecisiones el resultado de la entrevista (que por los foros que ha generado, parece incluso ser polémica, no sólo entre los investigadores; http://inmortalesyperfectos.blogspot.com/2009/01/entrevista-con-juan-carlos-izpisa.html).
    Un saludo

  6. Estimado Francisco,

    Gracias por tu respuesta y los enlaces. El que Izpisúa no proporcione más detalles respecto a la noticia dada, que de ser cierta tendría una enorme repercusión científica y social, sugiere que se trata de una aseveración que suscita las mayores y desasosegantes dudas. A los pocos días de haberla leído me dirigí a la sección de opinión de La Vanguardia en los siguientes términos:

    Sr. Director,
    La Vanguardia publicó el día 13 de enero del presente año, página 58, sección “La contra”, firmada por el Sr. Lluís Alegret, una entrevista al director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, Dr. Izpisúa, en la que entre otras cosas éste afirmaba que "Hemos sido los primeros en curar con células madre". La trascendencia social e interés informativo de la noticia exigen que el autor de la entrevista aclare con el Dr. Izpisúa qué enfermedad o malformación es la que ha sido curada con tan revolucionaria tecnología médica, en qué institución médica se ha llevado a cabo y una breve descripción del historial médico del afortunado paciente felizmente curado. Algunos desgraciados precedentes, singularmente el asunto del coreano Hwang Woo Suk y sus célebres artículos falsificados precisamente con células madre, exigen el mayor rigor y contraste informativo posible.
    Atentamente.

    El periódico se puso en contacto conmigo ese mismo día dándola por recibida y diciéndome que, aunque no publicarían la carta, se la remitían al periodista autor de la entrevista para que se pusiera en contacto conmigo. Hasta hoy no he recibido noticia alguna, lo que me induce a pensar que la información vertida no se puede confirmar en los términos en que se publicó o lo que es lo mismo, que no es verdad.

    No me parece que esa forma de actuar sea la adecuada ni por parte del científico ni del periodista; si la para muchos tan deseable divulgación científica ha de consistir en publicar noticias espectaculares y no darse por enterado de las dudas suscitadas ni respondiendo a la petición de aclaraciones en materia de tanta gravedad, no debería extrañarnos el escaso interés por esa clase de periodismo ni la pérdida de confianza, que quizá esté creciendo más de lo deseable y de lo que creemos, hacia la labor científica.

    Un saludo.

    ARC.

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