El colesterol del cerebro y la memoria del yayo

A medida que envejecemos, nuestro cerebro va sufriendo alteraciones que afectan nuestra capacidad de aprendizaje y memoria. Investigaciones realizadas en el Laboratorio de Carlos Dotti en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa han demostrado que una de estas alteraciones es la pérdida de colesterol de una zona del cerebro íntimamente relacionada con estos procesos: aprender y memorizar.

A medida que envejecemos, nuestro cerebro va sufriendo alteraciones que afectan nuestra capacidad de aprendizaje y memoria. Investigaciones realizadas en el Laboratorio de Carlos Dotti en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa han demostrado que una de estas alteraciones es la pérdida de colesterol de una zona del cerebro íntimamente relacionada con estos procesos: aprender y memorizar.

Imagen obtenida de la url: http://stefanycaldasrosales.blogspot.com.es/

En el cerebro, el colesterol cumple funciones muy importantes, ya que se necesita para mantener una estructura óptima de las membranas celulares, indispensable para que las neuronas funcionen correctamente. Por esto es muy importante que la cantidad de colesterol en el cerebro se mantenga constante a lo largo de la vida. Sin embargo este grupo ha observado que cuando envejecemos, una parte del colesterol del cerebro se pierde, alterando así la función de un grupo específico de neuronas.

Cuando aprendemos o vivimos una experiencia, nuestras neuronas reciben un estímulo que hace que algunos de nuestros genes se “enciendan” –expresen- y participen en la formación de la memoria.  Esto nos permitirá recordar la experiencia vivida o la lección aprendida. Las neuronas reciben estos estímulos a través de proteínas sensoras ubicadas en la membrana o superficie celular. Para funcionar correctamente, estas proteínas necesitan estar rodeadas de una cantidad apropiada de colesterol, como si se tratara de un engranaje aceitado. Una vez que reciben la señal, estas proteínas o antenas transmiten la señal al núcleo de la célula donde se encuentran los genes que serán activados. Finalmente, cuando estos genes se expresan modifican las conexiones entre las neuronas formándose así la memoria.

El trabajo publicado en la revista Cell Reports, demuestra que al perderse colesterol durante el envejecimiento, las antenas –receptores- en la membrana dejan de funcionar y las señales que normalmente envían al núcleo no llegan correctamente. Esto hace que en individuos viejos los genes de memoria no se activen de manera tan eficaz como en un individuo joven produciendo por lo tanto una alteración en la formación de memoria.

Ahora bien, este grupo ha demostrado que cuando ratones viejos son tratados con una droga que impide que se pierda el colesterol del cerebro, los mismos muestran una mejoría en sus capacidades cognitivas. Este descubrimiento abre una nueva puerta para el desarrollo de tratamientos que permitan mejorar la memoria de personas de edad avanzada.

Llegados a este punto, es importante aclarar que el colesterol del cerebro no está relacionado con el colesterol de la sangre y que por más que los niveles de colesterol en sangre sean elevados, éste nunca llegará al cerebro debido a que no puede atravesar la barrera hematoencefálica. De este simple hecho se desprende que una dieta rica en colesterol producirá seguramente problemas circulatorios y metabólicos sin mejorar nuestra capacidad de memoria. Por otro lado, los resultados del laboratorio de Dotti indican que hay que evitar terapias basadas en el uso de inhibidores de la síntesis de colesterol (estatinas) que entren al cerebro, ya que eso podría aumentar la pérdida de este lípido, con el consecuente empeoramiento de las capacidades cognitivas.

Por lo tanto, aquí entramos en este fascinante mundo metabólico donde, por un lado, un exceso de colesterol en sangre podría no ser beneficioso para la salud mientras que, por otro, otras moléculas de colesterol –independiente del de sangre periférica- puede jugar un gran papel en nuestro cerebro, tan necesitado de generar membranas celulares y protectores de, nada más y nada menos, nuestros nervios, nuestra memoria, nuestra esencia como humanos. Ahí dejo ese final filosófico.

JAL (DCC-CBMSO)

 DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DEL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2016

Esta semana JAL se centra en el Congreso Internacional sobre Herpesvirus que se ha celebrado un año más, y ya van 41 ediciones, en Winsconsin (EE.UU.). A lo largo de las sesiones se trataron todos los aspectos implicados en la infección de estos habilidosos patógenos que se caracterizan por su capacidad de permanecer latentes en los organismos y que están implicados en diferentes patologías o enfermedades. También se mostraron los futuros medicamentos y antivirales o vacunas, así como del uso de estos virus en terapias contra algunos tipos de cáncer. José Antonio elabora un resumen de los aspectos más llamativos del Congreso…

Miércoles 00:05 h en Radio 5

Algo que la sociedad tiene asumido como norma es que, la memoria, al menos la que denominamos a corto plazo, va disminuyendo con la edad. Aquello de que nuestros mayores recuerdan las batallitas de su juventud, pero no lo que han hecho por la mañana, lo damos como cotidiano. Sin embargo, el mecanismo molecular y celular último de la pérdida de memoria en la vejez es algo que sigue justificando muchos proyectos de investigación. Hablamos Entre probetas con Carlos Dotti, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. También trataremos dos temas tristes: uno, casi pseudocientífico; el otro, cercano al Nobel.

El LAB de JAL
L,X y V a las 10:05h en Radio 5

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