Fundamentalismo darwinista, definición y ejemplos

Una entrada reciente de este blog presentaba la traducción del portugués de un texto del dr Leonardo Sioufi Fagundes dos Santos en el que este autor definía con precisión el fundamentalismo científico.

Decía el profesor Fagundes dos Santos que el fundamentalismo científico consiste en la actitud de poner la ciencia y la opinión de los científicos como verdades incontrovertibles. Que esto es contrario al método científico y que, por lo tanto, el fundamentalismo científico molesta a la ciencia y es una forma de pseudociencia.

Queda claro que el fundamentalismo no se limita a puntos de vista extremados de las religiones. Hemos hablado de Fundamentalismo científico y nos encontramos, ¿cómo no? con que existe también un fundamentalismo darwinista. Precisamente este es el título de un blog escrito por Lawrence Selden en inglés, que en una de sus entradas define el fenómeno así:

In its broadest meaning, Darwinian Fundamentalism refers to any expression or support of macroevolutionary theory that evinces characteristics of religious fundamentalism, such as narrow-mindedness, intolerance, anti-intellectualism, obscurantism, or dogmatism.

Es decir:

En su sentido más amplio, Fundamentalismo Darwinista se refiere a toda manifestación o apoyo de la teoría macroevolutiva que manifiesta características de fundamentalismo religioso tales como estrechez mental, intolerancia, anti-intelectualismo, obscurantismo y dogmatismo.

En alguna entradas del blog ha discutido casos bien interesantes (por ejemplo aquí),  pero en la misma entrada de la definición proporciona estos tres ejemplos:

1: Acceptance of and devotion to macroevolutionary theory on the basis of a rigid, a priori philosophical commitment to Materialism, and not on the basis of scientific evidence. A good example this philosophical perspective can be found here, and a longer discussion here.

2. Intolerance of people who question macroevolutionary theory, and support for public policy that involves teaching only the evidence that supports it and banning any scientific evidence that would tend to disprove it. This also includes those who assert that there is no scientific evidence that would tend to disprove any aspect of macroevolutionary theory. Examples of this can be found here and here.

3. Anti-intellectualism and obscurantism reflected in misrepresenting the scientific evidence relevant to macroevolutionary theory, misrepresenting the position of those who challenge any aspect of macroevolutionary theory, questioning their motives or focusing on their religious beliefs as opposed to attempting to refute their arguments on the merits. This has its most common expression in ad hominem arguments and straw man arguments. Examples of this are simply everywhere. One example, discussed in a previous post, is a drop in the ocean.

Que son completados con un cuarto caso en el primero de los comentarios a la entrada:

4.  Tomado de una carta abierta en relación con la ciencia y la religión que al parecer ha desaparecido de su ubicación original, pero que todavía puede verse en múltiples páginas web (por ejemplo aquí). Al parecer, firmada por más de siete mil clérigos de los USA, incluyendo 25 obispos retirados y trece en activo, dice:

We believe that the theory of evolution is a foundational scientific truth, one that has stood up to rigorous scrutiny and upon which much of human knowledge and achievement rests. To reject this truth or to treat it as “one theory among others” is to deliberately embrace scientific ignorance and transmit such ignorance to our children. We believe that among God’s good gifts are human minds capable of critical thought and that the failure to fully employ this gift is a rejection of the will of our Creator. To argue that God’s loving plan of salvation for humanity precludes the full employment of the God-given faculty of reason is to attempt to limit God, an act of hubris.

Pero el fundamentalismo darwinista ni es nuevo ni se limita a los Estados Unidos. Descrito ya por Stephen Jay Gould en un artículo publicado en The New York Review of Books en junio de 1997, al referirse a Dawkins, Dennet y a la psicología evolucionista, para Gould, fundamentalismo darwinista es sinónimo del término ultradarwinismo acuñado por Niles Eldredge en su libro «Reinventing Darwin».

Como vimos, poco o nada importa al arrogante Dawkins que le llamen ultradarwinista, algo que según ha expresado en su libro tan acertadamente titulado “El cuento del antepasado”, lejos de molestarle le complace. No sabemos si estará de acuerdo con Gould en igualar ultradarwinismo con fundamentalismo darwinista y si, por ventura, también le complace que le llamen fundamentalista darwinista. Es posible aunque seguramente da igual.

Algunos ejemplos de ultradarwinismo se han podido ver en comentarios a este blog así como en actitudes de distintas revistas, medios de comunicación, Wikipedia, etc… A continuación indicaré algunos…..

El primero tiene que ver con el Grupo Periodismo Científico y Divulgativo de la Red Linkedin. A partir de una discusión fui expulsado del grupo por uno de sus múltiples administradores anónimos. Aunque pronto fui re-admitido de nuevo, con la expulsión se había borrado entera una discusión que había comenzado a propósito de la entrada titulada “Confusión en la Evolución: ¿Qué es la Selección Natural?»

Afortunadamente, conservaba una copia de la mencionada discusión en previsión de este tipo de “accidente” y la discusión puede verse entera tanto en los dos primeros comentarios a dicha entrada así como en una entrada del blog “Los fallos de Darwin” cuyo autor, Platypus, tuvo la amabilidad de publicar.

En relación con el tema que nos ocupa reproduzco la última intervención en dicha discusión a cargo de Odette Engelberger. Dice esta amable señora:

“No termino de entender. Cada vez que alguien cuestiona algo de la teoría de la evolución, lo que sea, viene una andanada de insultos detrás. ¿Es que acaso existen científicos fundamentalistas? ¿Es que todo está dicho y probado? No me lo parece.

En cuanto a la pregunta sobre qué es la Selección Natural, siempre me ha parecido que es algo así como “Sea lo que Dios Quiera”. Para ser fundamentalista también. Como espectadora, me queda un sabor amargo cuando dos científicos no pueden hablar con altura de miras sobre un tema tan atractivo, tan profundo, tan importante como es la evolución. Deja, por decir lo menos, la sensación de que no saben dónde están parados y que es mejor no hacer caso alguno de lo que dicen.
Por mi, ojalá incorporaran nuevos argumentos a lo que se denomina Selección Natural y a muchísimas otras cosas que, sin ser demasiado experta en el tema, salta a la vista que no están todavía bien fundados. Pero aquellos científicos que, al parecer, son “fundamentalistas”, no lo permiten. Entonces, quedamos ahí mismo.

Gracias por permitirme este desahogo. Odette.”

Gracias a usted, Odette, a mi también me parece que la mejor respuesta que llevo vista a esto de la Selección Natural es, como usted indica: “Sea lo que Dios Quiera”. No obstante los científicos que tanto llevan escrito sobre ella siguen sin dar una explicación adecuada y tampoco suelen intervenir en debates, que son atendidos por subalternos o más frecuentemente por enfurecidos anónimos, cuando no borrados.

El último ejemplo de hoy hace referencia a una respuesta editorial. Recientemente envié un artículo a una revista científica. En un momento dado trataba una cita de un filósofo. Entre las anotaciones de un evaluador al llegar a dicha cita encontré la siguiente perla:

«Absolutely useless information. Philosophies of any philosopher of 20th century are almost irrelevant to modern plant biology, except for a few key thinkers, e.g Darwin, Dollo, etc. This whole reference, quote and text must be removed as it is unsuitable for this journal.»

Blogalaxia: ~ Technorati: ~ AgregaX:
Compartir:

Deja un comentario