En nueve párrafos,  nueve,  despacha Darwin la introducción a su obra capital On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life.  Pocos son nueve párrafos. Sí, pocos, más no carentes de dificultades como algunos de sus lectores han hecho ver desde hace ciento cincuenta y dos años. Veamos algunas de estas dificultades que comienzan, como no, en la primera frase del primer párrafo.

Primera frase que si en la primera edición, decía:

When on board H.M.S. ‘Beagle,’ as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the inhabitants of  South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent.

En ediciones siguientes, a partir de la tercera de 1860,  pasa a decir:

When on board H.M.S. ‘Beagle,’ as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the organic beings inhabiting South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent.

Seguramente la corrección del autor tiene que ver con la crítica realizada desde un artículo anónimo  en The Edinburgh Journal de Abril de 1860 (páginas 487-532) y atribuido a Richard Owen (1804-1894),  prestigioso paleontólogo que tuvo un importante papel en la fundación del Museo de Historia Natural de Londres. El artículo indicaba:

¿Qué hay, nos preguntamos, al cerrar el libro para reflexionar sobre este párrafo, -qué puede haber en los habitantes, suponemos que se refiere a los aborígenes de América del Sur, o en su distribución en ese continente, que pueda sugerir a cualquiera que el hombre pueda ser un mono transformado, o para arrojar alguna luz sobre el origen de la especie humana o de otro tipo? ……………………..

Y más adelante:

Pero cuáles fuesen tales “hechos ciertos”, y cuál la naturaleza de la luz que arrojaron sobre el misterioso principio de las especies, ni se menciona ni se le vuelve a hacer alusión en el presente trabajo……….

 

La crítica prosigue indicando cuáles han de ser las cualidades de quien ose abordar el problema del origen de las especies. Mediante los dos puntos indicados a continuación, Richard Owen muestra la incompetencia de Darwin para tratar del tema anunciado en el título de su libro:

Los signos del poder intelectual que buscamos se encuentran en la claridad de expresión y en la ausencia de todo término ambiguo o sin sentido

El origen de las especies es la pregunta de las preguntas en Zoología, el problema supremo que los más sobresalientes de nuestros originales naturalistas, los pensadores más claros de la zoología, y los generalistas de mayor éxito, nunca han perdido de vista, mientras que se han acercado con la debida reverencia. Tenemos derecho a esperar que la mente que se proponga tratarlo y suponga haber resuelto el problema, deberá mostrar su nivel con semejante tarea. Los signos del poder intelectual que buscamos se encuentran en la claridad de expresión y en la ausencia de todo término ambiguo o sin sentido. …………………

Tras la exposición de las distintas opiniones y teorías sobre la transformación de las especies concluye así:

 

El elemento esencial en la compleja idea de especie, tal como ha sido diversamente enmarcado y definido por los naturalistas, a saber el parentesco entre todos los individuos que las componen, es aniquilado en la hipótesis de “selección natural”. Según este punto de vista un género, una familia, un orden, una clase, un sub-reino, – los individuos que representan a estos grados de diferencia o relación, – ahora se diferencian de los individuos de la misma especie sólo por grado: la especie , como cualquier otro grupo, es una mera criatura del cerebro, ya no es de la naturaleza. Con la evidencia actual obtenida a partir de la forma, de la estructura, y de los fenómenos de la procreación, a favor de la verdad de la proposición opuesta, que «la clasificación es la tarea de la ciencia, pero las especies del trabajo de la naturaleza,” creemos que este aforismo perdurará; estamos seguros de que todavía no ha sido refutada, y lo repetimos en las palabras de Linneo, «Classis et Ordo est Sapientiæ, Especies Opus Naturæ ‘[Clase y Orden son obra de la sabiduría humana, la especie es la obra de la naturaleza].

En su crítica realizada en 1860, Richard Owen había proporcionado los argumentos suficientes para que el libro de Darwin fuese sumido en el olvido:  Por su ambigüedad, su escaso respeto por la gravedad del problema y su elemental ignorancia de  los aspectos centrales de la historia natural, como el propio concepto de especie. Leer la crítica que Owen hace de las dos primeras líneas de El Origen llevaría a cualquier persona razonable a evitar seguir leyendo o a realizar una lectura prudente y cautelosa. No obstante, y más que nada por buscar sorpresas, sigamos viendo lo que este párrafo ha sugerido a otros autores.

 

Jerry A. Coyne y H. Allen Orr comienzan el primer capítulo de su libro titulado «Speciation» con la cita del primer párrafo de Darwin. Vamos a copiarlo aquí entero:

 

When on board H.M.S. Beagle, as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the organic beings inhabiting South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent. These facts, as will be seen in the latter chapters of this volume, seemed to throw some light on the origin of species—that mystery of mysteries, as it has been called by one of our greatest philosophers. On my return home, it occurred to me, in 1837, that something might perhaps be made out on this question by patiently accumulating and reflecting on all sorts of facts which could possibly have any bearing on it. After five years’ work I allowed myself to speculate on the subject, and drew up some short notes; these I enlarged in 1844 into a sketch of the conclusions, which then seemed to me probable: from that period to the present day I have steadily pursued the same object. I hope that I may be excused for entering on these personal details, as I give them to show that I have not been hasty in coming to a decision.

A continuación entran en una retórica punto menos que incomprensible. Esto es lo que dicen a propósito del párrafo de marras:

So begins the Origin of Species, whose title and first paragraph imply that Darwin will have much to say about speciation. Yet his magnum opus remains largely silent on the “mystery of mysteries”, and the little it does say about this mystery is seen by most modern evolutionists as mudded or wrong. The study of speciation is thus one of the few areas of evolutionary biology not overshadowed by Darwin immense achievements. For years after publication of The Origin, biologists struggled, and failed, to reconcile the continuous process of evolution with the discrete entities, namely species, that it produces. Now, 120 years after Darwin’s death, a reconciliation has been achieved: we have a reasonably complete picture of what species are and how they arise.

Que traduzco:

Así comienza el origen de las especies, cuyo título y primer párrafo implican que Darwin tendrá mucho que decir acerca de la especiación. Sin embargo, su obra maestra permanece en gran medida en silencio sobre el «misterio de misterios», y lo poco que dice acerca de este misterio es visto por la mayoría de los evolucionistas modernos como farragoso o erróneo. El estudio de la especiación es, pues, una de las pocas áreas de la biología evolutiva no eclipsado por los inmensos logros de Darwin. Durante años después de la publicación de El origen, los biólogos lucharon, sin éxito, para conciliar el proceso continuo de evolución con las entidades discretas, es decir, las especies, que la produce. Ahora, 120 años después de la muerte de Darwin, la conciliación se ha conseguido: tenemos una visión bastante completa de qué son las especies y cómo surgen.

Pero vamos a ver, si la obra no dice nada o poco y lo poco que dice es erróneo acerca del origen de las especies, entonces:

 

¿Qué significa la frase “el estudio de la especiación es, pues, una de las pocas áreas de la biología evolutiva no eclipsado por los inmensos logros de Darwin?

¿Cuáles son y dónde están esos inmensos logros?

Si a usted no se le han quitado las ganas de seguir leyendo, en las siguientes páginas, tanto de Darwin como de  Coyne y Orr, encontrará nuevas sorpresas.  Ya hemos visto algunas del primero y puede que otro día comentemos más……

 

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8 comentarios

  1. Buenisimo tus articulos,te felicito. 🙂

    Evolución y el Registro Fósil

    Y un último pensamiento sobre la evolución y el registro fósil:

    En los años después de Darwin, sus defensores esperaban encontrar progresiones previsibles… éstas no han sido encontradas — aún así el optimismo ha persistido, y algunas fantasías se han introducido paulatinamente en los libros de texto.1

    Entonces, ¿qué diría Darwin hoy?

    Ahora, después de más de 120 años de la más extensa y meticulosa exploración geológica de cada continente y fondo de océano, el panorama es infinitamente más vívido y completo de los que lo era en 1859. Han sido descubiertas formaciones conteniendo cientos de billones de fósiles y nuestros museos están llenos con más de 100 millones de fósiles de 250.000 especies diferentes.

    La disponibilidad de esta profusión de sólida información científica debería permitir a investigadores objetivos el determinar si Darwin estaba en lo cierto. ¿Cuál es el panorama que nos han dado los fósiles?… Las brechas entre los mayores grupos de organismos han continuado ampliándose más, y más innegablemente. No pueden ser ya ignoradas o racionalizadas con apelaciones a la imperfección del registro fósil. 2

    1 David M. Raup, «Evolution and the Fossil Record,» Science, vol. 213, July 1981, 289.

    2 Luther D. Sutherland, Darwin’s Enigma: Fossils and Other Problems, 4th edition, Master Books, 1988, 9.

  2. En lo referente al origen de la vida existen sólo dos posibilidades: Creación o generación espontánea. No hay un tercer camino. La generación espontánea fue refutada cien años atrás, pero ello nos lleva a sólo otra conclusión, la de la creación sobrenatural. No podemos aceptar eso en terrenos filosóficos, por lo tanto, escogemos creer lo imposible: ¡Que la vida surgió espontáneamente al azar! 5

    H.S. Lipson, un profesor de Física de la Universidad de Manchester (Gran Bretaña), continúa:

    De hecho, la evolución se convirtió en un sentido en una religión científica; casi todos los científicos la han aceptado, y muchos están dispuestos a ´torcer´ sus observaciones para que concuerden con ella.6

    5 George Wald, «The Origin of Life,» Scientific American, 191:48, May 1954.

    6 H.S. Lipson, «A Physicist Looks at Evolution,» Physics Bulletin, vol. 31, May 1980, 138.

  3. La Paleontología era una disciplina científica nueva a mitad de los años 1800, y ahora, aproximadamente 150 años después, sabemos que el registro fósil no provee el respaldo que el mismo Darwin requería.

    David B. Kitts. PhD (Zoología) es el Director en Jefe del Departamento de Geología del Museo Stoval. En una publicación evolucionista especializada, escribió:

    A pesar de la brillante promesa de que la paleontología provee medios de «ver» la evolución, ella ha presentado algunas dificultades desagradables para los evolucionistas, la más notoria de las cuales es la presencia de «brechas» en el registro fósil. La evolución requiere de formas intermedias entre las especies y la paleontología no las provee… 3

    N. Heribert Nilsson, un famoso botánico evolucionista y profesor de la Universidad de Lund en Suecia, continúa:

    Mis intentos de demostrar la evolución por medio de un experimento llevado a cabo por más de 40 años han fracasado completamente… El material fósil es tan completo ahora, que ha sido imposible construir nuevas clases, y la falta de series transicionales no puede ser explicada como el resultado de la escasez de material. Las deficiencias son reales, nunca serán cubiertas. 4

    Hasta la prensa popular se está dando cuenta. Esto pertenece a un artículo de la revista «Newsweek»:

    El eslabón perdido entre el hombre y el mono, cuya ausencia ha consolado a religiosos fundamentalistas desde los días de Darwin, es simplemente el más glamoroso de toda una jerarquía de criaturas fantasmas … Cuánto más han buscado los científicos las formas transicionales que yacen entre las especies, más se han frustrado. 5

    3 Evolution, vol. 28, 467.

    4 Nilsson citado en The Earth Before Man, p. 51.

    5 «Is Man a Subtle Accident,» Newsweek, November 3, 1980.

  4. ¿ALGUNA vez se ha detenido a pensar por qué todas las cosas, desde las partículas atómicas hasta las inmensas galaxias, están reguladas por leyes matemáticas precisas? ¿Ha reflexionado sobre la vida en sí: su diversidad, su complejidad y su fascinante diseño? Muchas personas atribuyen la existencia del universo y la vida a un gran accidente cósmico y a la evolución; otras consideran que es la obra de un Creador inteligente. ¿Qué postura le parece más razonable?

    Es obvio que ambas ideas se apoyan en la fe. Creer en Dios exige fe. Como dice la Biblia, “a Dios ningún hombre lo ha visto jamás” (Juan 1:18). Así mismo, creer en la evolución exige fe. Ningún humano presenció la formación del universo ni el comienzo de la vida, y nadie ha visto jamás a una especie evolucionar hasta convertirse en otra superior o distinta. El registro fósil indica que las principales categorías de animales aparecieron de manera súbita y han permanecido prácticamente inalteradas.* La pregunta clave es: ¿Cuál fe tiene un fundamento sólido: la fe en la evolución, o la fe en un Creador?
    ¿Se apoya su fe en pruebas sólidas?

    La auténtica fe, según la Biblia, es “la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen” (Hebreos 11:1). La Biblia de Jerusalén vierte este versículo así: “La fe es […] la prueba de las realidades que no se ven”. Sin duda, podemos pensar en muchas cosas que, aunque no vemos, son muy reales para nosotros.

    A modo de ilustración: muchos historiadores respetables creen que Alejandro Magno, Julio César y Jesucristo vivieron alguna vez. ¿Es válida su creencia? Sí, porque pueden señalar pruebas históricas fidedignas.

    También los científicos creen en realidades que no se ven pero de cuya existencia hay “demostración evidente”. Por ejemplo, en el siglo XIX, el químico ruso Dimitri Mendeleiev quedó fascinado con la relación que existe entre los elementos, que son los componentes básicos del universo. Observó que presentaban características comunes y que se podían ordenar según su peso atómico y sus propiedades químicas. Confiando en el orden de tales grupos, elaboró la tabla periódica de los elementos y predijo con certeza la existencia de elementos desconocidos hasta entonces.

    Si se atribuye a los hombres el diseño de estructuras antiguas, ¿a quién atribuiremos el diseño en la naturaleza?

    [….]

    Sigue: http://www.watchtower.org/s/201002a/article_01.htm

  5. Unas preguntas para los Evolucionistas.
    La siguiente información ha sido sacada del libro del Dr. Kent Hovind, el
    mismo que considera la evolución como una religión. La idea de estas
    preguntas es la hacerte pensar en tus propias respuestas y evaluarlas
    sinceramente.
    ( Usado con permiso del Dr. Kent Hovind )
    La validación de una teoría es la siguiente: ¿ Proporciona respuestas a
    preguntas básicas ? Algunas personas bien intencionadas, pero mal guiadas,
    piensan que la evolución es una teoría razonable que responde a las preguntas
    del ser humano acerca del universo. La evolución no es una buena teoría, es
    tan solo una religión pagana disfrazada de ciencia. A continuación hay unas
    preguntas que deberían ser contestadas (pero los evolucionistas jamás lo
    hacen)
    1.- ¿ Cuál es la procedencia del éter del universo ? . O mejor, (para los físicos)
    ¿ Cuál es la procedencia del llamado “vacío cuántico” ?.
    2.- ¿ Cuál es la procedencia de la materia ?
    3.- ¿ De dónde vienen las leyes del universo ( gravedad, inercia, etc… ) ?
    4.- ¿ Cómo pudo la materia organizarse en forma tan perfecta ?
    5.- ¿De dónde vino la energía que organizó toda la materia ?
    6.- ¿ Cuándo, cómo y dónde pudo surgir la vida desde materia inerte ?
    7.- ¿ Cuándo, cómo y dónde aprendió el ser vivo a reproducirse ?
    8.- La primer célula capaz de reproducirse sexualmente, ¿ con quien se
    reprodujo ?
    9.- ¿ Por qué cualquier animal o planta hubiera querido reproducir su especie,
    teniendo más bocas que alimentar y reduciendo las probabilidades de
    supervivencia ?
    10.- ¿ Cómo pudieron las mutaciones ( recombinaciones del código genético )
    crear variedades mejoradas ? ( Recombinando letras del español, nunca nos
    darían libros escritos en chino )
    11.- ¿ Es posible o no?… que similitudes entre distintos animales prueben un
    creador común en lugar de un ancestro común.

    Mas, aquí: http://www.euskalnet.net/jcgorost/creacionismo/preguntas.pdf

  6. David; comprendo tu (buena) intención de defender el conocimiento del error darwinista, pero creo que en ciencia no se pueden utilizar argumentos de orden sobrenatural, y mucho menos justificar estos en la ignorancia actual sobre muchos hechos. Por ejemplo, la mayoría de tus 11 preguntas tienen clara explicación científica.

    Dios creador está creando cuanto existe y las leyes de la naturaleza que relacionan entre sí lo que podemos observar. Evidentemente (para mi al menos) Dios piensa todo lo que crea y por tanto conoce todo sobre la Creación. Pero nos ha dado un entendimiento a su imagen y semejanza para que también lo conozcamos. O sea, nunca podremos utilizar el argumento de que desconocemos muchas cosas de la naturaleza para justificar que no tenemos argumentos porque sólo Dios lo podría explicar.

    La ciencia avanza, tanto si se producen nuevos conocimientos como si se corrigen errores de conocimiento anteriores. Y a ello podemos contribuir todos, los creyentes en Dios y los no creyentes. Pero es necesario acercarse a la ciencia sin prejuicios.

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