Como un fantasma: Súbita aparición de Mr Blyth en el párrafo vigésimo quinto del Origen de las Especies

 

El autor sigue preocupado con la cuestión abordada en el capítulo anterior: El origen de las variedades de animales domésticos. Y si en aquel la cuestión debería haber quedado zanjada desde el principio:

 

it is not possible to come to any definite conclusion

Ahora a cambio  comenzamos con un tono parecido pero algo más suave, como más conciliador:

The origin of most of our domestic animals will probably forever remain vague.

 

Tratándose de perros, el autor tiene datos que apoyan que proceden de distintas especies silvestres de la familia Canidae. El lector curioso se quedará sin conocer cuáles fueran o de dónde vinieran esos datos que, como vimos, son contrarios a la opinión de Lamarck.  En cuanto a ovejas y cabras, carece el autor de opinión. En lo que atañe a algún tipo de ganado indio, parece ser que confía en la opinión de Mr Blyth a este respecto.  Resulta curioso que el autor cite aquí a Mr Blyth a cuento de este detalle sin importancia y se haya olvidado de citarlo antes en relación con sus trabajos publicados en el Magazine of Natural History, en los que hablaba de la persistencia del tipo y de la desviación del tipo en procesos de selección. El autor muestra así de nuevo su confusión o descuido, igual que cuando, poco después,  dice:

 

algunas autoridades competentes creen que este último ha tenido dos o tres progenitores salvajes, merezcan o no el nombre de especies.

 

Como si la cuestión de merecer o no el nombre de especies fuese secundaria, cuando en realidad es una cuestión fundamental en un libro titulado Sobre el Origen de las Especies.

 

The origin of most of our domestic animals will probably forever remain vague. But I may here state that, looking to the domestic dogs of the whole world, I have, after a laborious collection of all known facts, come to the conclusion that several wild species of Canidae have been tamed, and that their blood, in some cases mingled together, flows in the veins of our domestic breeds. In regard to sheep and goats I can form no decided opinion. From facts communicated to me by Mr. Blyth, on the habits, voice, constitution and structure of the humped Indian cattle, it is almost certain that they are descended from a different aboriginal stock from our European cattle; and some competent judges believe that these latter have had two or three wild progenitors, whether or not these deserve to be called species. This conclusion, as well as that of the specific distinction between the humped and common cattle, may, indeed, be looked upon as established by the admirable researches of Professor Rutimeyer. With respect to horses, from reasons which I cannot here give, I am doubtfully inclined to believe, in opposition to several authors, that all the races belong to the same species. Having kept nearly all the English breeds of the fowl alive, having bred and crossed them, and examined their skeletons, it appears to me almost certain that all are the descendants of the wild Indian fowl, Gallus bankiva; and this is the conclusion of Mr. Blyth, and of others who have studied this bird in India. In regard to ducks and rabbits, some breeds of which differ much from each other, the evidence is clear that they are all descended from the common duck and wild rabbit.

 

El origen de la mayor parte de nuestros animales domésticos, probablemente quedará siempre dudoso. Pero puedo decir que, considerando los perros domésticos de todo el mundo, después de una laboriosa recopilación de todos los datos conocidos, he llegado a la conclusión de que han sido amansadas varias especies salvajes de cánidos, y que su sangre, mezclada en algunos casos, corre por las venas de nuestras razas domésticas. Por lo que se refiere a las ovejas y cabras no puedo formar opinión decidida. Por los datos que me ha comunicado míster Blyth sobre las costumbres, voz, constitución y estructura del ganado vacuno indio de joroba, es casi cierto que descendió de diferente rama primitiva que nuestro ganado vacuno europeo, y algunas autoridades competentes creen que este último ha tenido dos o tres progenitores salvajes, merezcan o no el nombre de especies. Esta conclusión, lo mismo que la distinción específica entre el ganado vacuno común y el de joroba, puede realmente considerarse como demostrada por las admirables investigaciones del profesor Rütimeyer. Respecto a los caballos, por razones que no puedo dar aquí, me inclino, con dudas, a creer, en oposición a diversos autores, que todas las razas pertenecen a la misma especie. Habiendo tenido vivas casi todas las razas inglesas de gallinas, habiéndolas criado y cruzado y examinado sus esqueletos, me parece casi seguro que todas son descendientes de la gallina salvaje de la India, Gallus bankiva, y ésta es la conclusión de míster Blyth y de otros que han estudiado esta ave en la India. Respecto a los patos y conejos, algunas de cuyas razas difieren mucho entre sí, son claras las pruebas de que descienden todas del pato y del conejo comunes salvajes.

Blogalaxia: ~ Technorati: ~ AgregaX:
Compartir:

Deja un comentario