La lucha se hizo canto y nuevas falacias en el párrafo centésimo vigésimo quinto de El Origen de las Especies
Entre las aves, la contienda es muchas veces de carácter más pacífico, comienza dulcemente este párrafo. En ellas la lucha se convierte a menudo en trinos y gorgojeos. Esto es sin duda también producto de la selección sexual y,…¡ cuánto mejor seducir a la hembra tocando la flauta que no desmenuzando a los oponentes!. Los razonamientos son dignos de análisis:
No puedo entrar aquí en los detalles necesarios; pero si el hombre puede en corto tiempo dar hermosura y porte elegante a sus gallinas bantam conforme a su standard o tipo de belleza, no se ve ninguna razón legítima para dudar de que las aves hembras, eligiendo durante miles de generaciones los machos más hermosos y melodiosos según sus tipos de belleza, puedan producir un efecto señalado.
La idea central está clara. La lucha se convierte en cualquier tipo de manifestación: canto, color,…No nos dejemos engañar por nuestros sentidos. Todo es expresión de la lucha. Para convencernos, dos nuevos ejemplos de falacia ilustran este párrafo: Falacia ad populum (Todos creen luego todos hemos de estar de acuerdo) y Falacia ad ignorantiam (no se ve ninguna razón para dudar, luego por lo tanto no hay que dudar).
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Among birds, the contest is often of a more peaceful character. All those who have attended to the subject, believe that there is the severest rivalry between the males of many species to attract, by singing, the females. The rock-thrush of Guiana, birds of paradise, and some others, congregate, and successive males display with the most elaborate care, and show off in the best manner, their gorgeous plumage; they likewise perform strange antics before the females, which, standing by as spectators, at last choose the most attractive partner. Those who have closely attended to birds in confinement well know that they often take individual preferences and dislikes: thus Sir R. Heron has described how a pied peacock was eminently attractive to all his hen birds. I cannot here enter on the necessary details; but if man can in a short time give beauty and an elegant carriage to his bantams, according to his standard of beauty, I can see no good reason to doubt that female birds, by selecting, during thousands of generations, the most melodious or beautiful males, according to their standard of beauty, might produce a marked effect. Some well-known laws, with respect to the plumage of male and female birds, in comparison with the plumage of the young, can partly be explained through the action of sexual selection on variations occurring at different ages, and transmitted to the males alone or to both sexes at corresponding ages; but I have not space here to enter on this subject.
Entre las aves, la contienda es muchas veces de carácter más pacífico. Todos los que se han ocupado de este asunto creen que entre los machos de muchas especies existe la rivalidad más grande por atraer cantando a las hembras. El tordo de las rocas de Guayana, las aves del paraíso y algunas otras se reúnen, y los machos, sucesivamente, despliegan con el más minucioso cuidado y exhiben de la mejor manera su esplendoroso plumaje; además ejecutan extraños movimientos ante las hembras, que, asistiendo como espectadores, escogen al fin el compañero más atractivo. Los que han prestado mucha atención a las aves cautivas saben perfectamente que éstas, con frecuencia, tienen preferencias y aversiones individuales; así, sir R. Heron ha descrito cómo un pavo real manchado era sumamente atractivo para todas sus pavas. No puedo entrar aquí en los detalles necesarios; pero si el hombre puede en corto tiempo dar hermosura y porte elegante a sus gallinas bantam conforme a su standard o tipo de belleza, no se ve ninguna razón legítima para dudar de que las aves hembras, eligiendo durante miles de generaciones los machos más hermosos y melodiosos según sus tipos de belleza, puedan producir un efecto señalado. Algunas leyes muy conocidas respecto al plumaje de las aves machos y hembras en comparación del plumaje de los polluelos pueden explicarse, en parte, mediante la acción de la selección sexual sobre variaciones que se presentan en diferentes edades y se transmiten sólo a los machos, o a los dos sexos, en las edades correspondientes; pero no tengo aquí espacio para entrar en este asunto.