Resumen del capítulo quinto de OSMNS titulado Leyes de la variación
El orden de los capítulos en esta obra obedece a extraños y confusos criterios. Así, habiendo empezado por el estudio de la variación en la granja, a continuación se estudia de manera muy somera y parcial en el capítulo segundo la variación en la naturaleza. Acto seguido veíamos en el capítulo tercero la lucha por la supervivencia antes de desarrollar en el cuarto la parte central del libro es decir, la selección natural, capítulo que debía contener y explicar la llamada Teoría, pero que no lo hace. Resulta extraño ahora, después de haber tocado ya todos esos temas encontrarse con un capítulo titulado las Leyes de la Variación, puesto que se debían haber estudiado a fondo tales leyes antes de exponer una teoría si es que acaso esta teoría pretende explicar algo en relación con la variación. Efectivamente, los cinco primeros párrafos del capítulo primero pertenecían a un apartado titulado “Causas de variabilidad”. ¿Qué viene a hacer ese apartado al principio de la obra? No lo sabemos. De todos modos, de su contenido (cinco párrafos), lo principal venía a ser copiado de Lamarck. Justo igual que ocurre ahora en este capítulo quinto titulado de nuevo Leyes de la Variación.
El discurso no ha seguido una secuencia lógica y nos toca ahora investigar por qué. Por un lado lo que ocurre es que, como vimos a lo largo del capítulo cuarto, no hay tal teoría, sino una tautología, es decir juegos de palabras sin ninguna explicación científica de la formación de las especies. Por otra parte, hemos podido ver al leer este capítulo quinto que el autor había dejado de lado aspectos muy importantes en los capítulos anteriores y que ahora ha juntado precipitadamente bajo el título Leyes de la variación.
En realidad todo el contenido de este capítulo que puede resultar de algún interés en relación con la variación se resume al enunciado y ejemplos de la Primera Ley de Lamarck. Lo esencial de todo ello puede encontrarse en la obra Philosophie Zoologique que este autor publicó en 1809, es decir exactamente el año del nacimiento de Charles Darwin. El resto son pruebas de una confusión notable.