Uno de los mayores errores del autor en el párrafo tricentésimo décimo noveno de El Origen de las Especies

Dice el autor en este párrafo que, aunque el ojo, órgano maravilloso que nadie en sus cabales puede considerar como obra del azar, no puede haberse formado por selección natural, otros órganos, sin precisar cuáles, de esos no tan maravillosos como el ojo, órganos cualesquiera (any organ dice el autor), menudillos tales como el hígado,  el riñón o el bazo, esos en cambio sí que pueden haberse formado gradualmente, mediante el aprovechamiento de pequeños cambios graduales surgidos sin motivo aparente.…