Estructuralismo puro, es decir, Cuvier, en el párrafo tricentésimo cuadragésimo noveno de El Origen de las Especies

El principio de este párrafo nos recuerda mucho a un fragmento  de Cuvier que ya hemos tratado en este blog. Luego aparece la Selección Natural y todo se echa a perder. Empero algo queda, hay ciertos elementos o causas en la naturaleza que pueden distinguirse muy bien de la selección natural. Como ejemplos tenemos aquí mencionados: la destrucción por los animales de presa, y por los parásitos externos o internos. ¿Habrá otros? Seguro que sí. Seguro que podemos alargar la lista hasta que la selección natural desaparezca por completo.

 

 

 

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In order that an animal should acquire some structure specially and largely developed, it is almost indispensable that several other parts should be modified and coadapted. Although every part of the body varies slightly, it does not follow that the necessary parts should always vary in the right direction and to the right degree. With the different species of our domesticated animals we know that the parts vary in a different manner and degree, and that some species are much more variable than others. Even if the fitting variations did arise, it does not follow that natural selection would be able to act on them and produce a structure which apparently would be beneficial to the species. For instance, if the number of individuals existing in a country is determined chiefly through destruction by beasts of prey—by external or internal parasites, etc.—as seems often to be the case, then natural selection will be able to do little, or will be greatly retarded, in modifying any particular structure for obtaining food. Lastly, natural selection is a slow process, and the same favourable conditions must long endure in order that any marked effect should thus be produced. Except by assigning such general and vague reasons, we cannot explain why, in many quarters of the world, hoofed quadrupeds have not acquired much elongated necks or other means for browsing on the higher branches of trees.

 

Para que en un animal alguna estructura adquiera un desarrollo grande y especial, es casi indispensable que varias otras partes se modifiquen y adapten a esta estructura. Aun cuando todas las partes del cuerpo varíen ligeramente, no se sigue que las partes necesarias varíen siempre en la dirección o grados debidos. En las diferentes especies de animales domésticos vemos que los órganos varían en modo y grado diferentes, y que unas especies son mucho más variables que otras. Aun cuando se originen las variaciones convenientes, no se sigue que la selección natural pueda actuar sobre ellas y producir una conformación que, al parecer, sea ventajosa para la especie. Por ejemplo, si el número de individuos que existen en un país está determinado principalmente por la destrucción por los animales de presa, por los parásitos externos o internos, etcétera -caso que parece ser frecuente-, la selección natural podrá servir poco o se detendrá grandemente en modificar cualquier conformación particular propia para obtener alimento. Finalmente, la selección natural es un proceso lento, y las mismas condiciones favorables tienen que dudar mucho, para que tenga que producir así un efecto señalado. Si no es atribuyéndolo a estas razones generales y vagas, no podemos explicar por qué en varias partes del mundo los cuadrúpedos ungulados no han adquirido cuellos muy alargados u otros medios para ramonear en las ramas altas de los árboles.

Lectura aconsejada:

 Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.


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