En 1938, cuando se publicó su libro titulado Sobre el Poder, contaba ya Bertrand Russell (1872-1970) sesenta y seis años.  Había viajado a Rusia entrevistándose con Lenin,  y a China. Aunque algunas críticas y comentarios dicen de este libro que es excelente, por el contrario a mi me parece que está plagado de errores. Indicaré unos pocos:

Hay al final del segundo capítulo un párrafo muy preocupante. Dice:

 

En otros tiempos, los hombres se vendían al diablo para adquirir los poderes mágicos. En nuestros días adquieren ese poder por medio de la ciencia y se ven en la necesidad de convertirse ellos mismos en diablos.

 

Hasta aquí podría pasar por un texto metafórico inspirado la vieja tradición que tiene como punto clave el Fausto de Goethe, pero lo siguiente es peor:

 

No hay esperanza para el mundo mientras el poder no sea domeñado y puesto al servicio, no de este o de aquel grupo de tiranos fanáticos, sino de toda la raza humana, blanca, amarilla y negra, fascista, comunista y demócrata, pues la ciencia ha hecho inevitable que todos vivan o todos mueran.

 

Demasiado énfasis para mi gusto. En esto de domeñar, en aquello de la raza y en esa frase final que no hay quien entienda. ¿Acaso ha hecho la ciencia inevitable que todos vivan o mueran? ¿Se tratará de un error de traducción?…..Pronto veremos que no, de ninguna manera. Los traductores no van nunca en contra del autor establecido sino al contrario…………

Compartir:

Deja un comentario