Hace un año escribí el comentario del libro “El laboratorio de Foucault (Descifrar y ordenar)” de Mauricio Jalón (Editorial Anthropos, número 46. CSIC, Madrid 1994) enviándolo para su publicación  a Llull, Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, en donde fue rechazado y después a Asclepio, Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, en donde fue asimismo, rechazado.

Uno de los motivos aducidos por estas revistas para rechazar el comentario,  era que se refería a un libro ya antiguo (el libro es de 1994) y que, por lo general, en dichas revistas se publican comentarios de libros recientes, como si la historia de la ciencia fuese el ouroboros, la serpiente autofágica que va desapareciendo a medida que genera nuevos contenidos . Pero además, entre los comentarios recibidos se encontraban los siguientes párrafos:

 

En realidad, el libro indicado es utilizado como pretexto para abordar el tema central de la Nota, la defensa por el autor de la aplicación del estructuralismo a la Biología (en contra del positivismo y del evolucionismo).

En ese punto focaliza como una de las raíces del Estructuralismo a las aportaciones de Cuvier en el ámbito de la Historia Natural. Concretamente, en apoyo de sus tesis describe, con una muy extensa cita, el principio de las correlaciones orgánicas de Cuvier. Este principio, como otros que defendía el naturalista, parte de un a priori metafísico,  la adaptación perfecta y la armonía de órganos y funciones del ser vivo, de lo que deriva sus conclusiones.

Efectivamente, tiene razón el anónimo evaluador. Confieso haber usado el libro como pretexto para defender la aplicación del estructuralismo a la Biología (en contra del positivismo y del evolucionismo). Considero esto una gran necesidad en el momento presente.  El evolucionismo, y más concretamente el darwinismo, se ha encumbrado a sí mismo como única opción en Biología y esto ha ocasionado un daño de grandes proporciones en esta disciplina. Prueba de ello es el maltrato sistemático a toda opinión o escuela que el darwinismo haya considerado ajena a sus principios.  En particular, es notorio el maltrato a Lamarck, reiteradamente discutido y comprobado en este blog y surge ahora a la vista el maltrato a Cuvier, que aquí se pone de manifiesto y cuyo análisis dará mucho que hablar.

Sigue acertando el  anónimo evaluador cuando dice:

En ese punto focaliza como una de las raíces del Estructuralismo a las aportaciones de Cuvier en el ámbito de la Historia Natural.

Y es que basta con leer algunos párrafos de Cuvier para reconocer en ellos el estructuralismo más puro y original. Es precisamente por eso que utilicé en mi comentario la muy extensa cita, mencionando el principio de las correlaciones orgánicas de Cuvier, que parece haber molestado al evaluador.

Pero si hasta aquí estoy de acuerdo con lo que dice el evaluador anónimo, en lo que sigue sólo veo un gran disparate:

Este principio, como otros que defendía el naturalista, parte de un a priori metafísico,  la adaptación perfecta y la armonía de órganos y funciones del ser vivo, de lo que deriva sus conclusiones.

A nadie le puede parecer razonable que el principio de las correlaciones de Cuvier parta de un a priori metafísico. Esto es un disparate porque  el principio de las correlaciones de Cuvier parte de la más elemental observación de la naturaleza. Pero el darwinismo, la creencia en la entidad inventada que es la selección natural, ha generado una enorme confusión en la ciencia. Las más elementales observaciones se confunden con metafísica. Del mismo modo, el año pasado el (también anónimo) evaluador del libro «Manual para detectar la impostura Científica: Examen del libro de Darrwin por Flurens» me indicaba:

Edición crítica ideologizada y anecdótica, falta de rigor filosófico, la crítica debería contextualizarse históricamente, carente de bibliografía. 

¿Falta de rigor filosófico?

El darwinismo ha conseguido sembrar la confusión hasta extremos insospechados……

 

El final de los comentarios del evaluador anónimo que rechazó el comentario del libro “El laboratorio de Foucault (Descifrar y ordenar)” de Mauricio Jalón (Editorial Anthropos, número 46. CSIC, Madrid 1994) se encuentra al final de dicho comentario que acabo de publicar en Digital CSIC.

 

Referencias

La biblioteca como laboratorio. Comentario del libro “El laboratorio de Foucault (Descifrar y ordenar)” de Mauricio Jalón. Editorial Anthropos , número 46. CSIC, Madrid 1994.

Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.

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