La langosta migratoria, transportadora de semillas, en el párrafo sexcentésimo cuadragésimo segundo del Origen de las Especies

Se da un ejemplo de la función de la langosta como transportadora de semillas. Como ejemplo de Detallamiento no puede ser mejor…

 

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Locusts are sometimes blown to great distances from the land. I myself caught one 370 miles from the coast of Africa, and have heard of others caught at greater distances. The Rev. R.T. Lowe informed Sir C. Lyell that in November, 1844, swarms of locusts visited the island of Madeira. They were in countless numbers, as thick as the flakes of snow in the heaviest snowstorm, and extended upward as far as could be seen with a telescope. During two or three days they slowly careered round and round in an immense ellipse, at least five or six miles in diameter, and at night alighted on the taller trees, which were completely coated with them. They then disappeared over the sea, as suddenly as they had appeared, and have not since visited the island. Now, in parts of Natal it is believed by some farmers, though on insufficient evidence, that injurious seeds are introduced into their grass-land in the dung left by the great flights of locusts which often visit that country. In consequence of this belief Mr. Weale sent me in a letter a small packet of the dried pellets, out of which I extracted under the microscope several seeds, and raised from them seven grass plants, belonging to two species, of two genera. Hence a swarm of locusts, such as that which visited Madeira, might readily be the means of introducing several kinds of plants into an island lying far from the mainland.

 

Las langostas son arrastradas muchas veces por el viento a gran distancia de tierra; yo mismo cogí una a 370 millas de la costa de África, y he sabido de otras cogidas de distancias mayores. El reverendo R. T. Lower comunicó a sir C. Lyell que, en noviembre de 1844, llegaron a la isla de la Madera nubes de langostas. Eran en cantidad innumerable, y tan tupidas como los copos de nieve en la mayor nevada, y se extendían en altura hasta donde podían verse con un anteojo. Durante dos o tres días fueron lentamente de un lado a otro, describiendo una inmensa elipse de cinco o seis millas de diámetro, y de noche se posaban en los árboles más altos, que quedaban completamente cubiertos por ellas. Después desaparecieron hacia el mar, tan súbitamente como habían aparecido, y desde entonces no se han vuelto a presentar en la isla. Ahora bien; en algunas partes de Natal creen algunos granjeros, aunque sin pruebas suficientes, que por los excrementos que dejan los grandes vuelos de langostas, que con frecuencia se presentan en aquella comarca, son introducidas en su región de praderas semillas perjudiciales. A causa de esta suposición, mister Weale me envió en una carta un paquetito de bolitas secas de excremento de langosta, de las cuales separé al microscopio diferentes semillas, y obtuve de ellas siete gramineas pertenecientes a dos especies de dos géneros distintos. Por consiguiente, una nube de langosta como la que apareció en la isla de la Madera pudo fácilmente ser el medio de introducir diferentes clases de plantas en una isla situada lejos del continente.

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