Vuelta a la única teoría que el autor entiende en el párrafo sexcentésimo quincuagésimo quinto del Origen de las Especies

El autor presenta serios problemas de raciocinio elemental. En primer lugar no hay teoría alguna que pueda llamarse Teoría de Creación. Ni la hay ahora ni la hubo nunca. En segundo lugar, resulta muy difícil de entender donde dice:

No podemos sostener que estas especies hayan sido creadas semejantes en relación con las condiciones físicas, casi iguales, de las regiones; pues si comparamos, por ejemplo, ciertas partes de América del Sur con partes de África meridional o de Australia, vemos regiones, muy semejantes en todas sus condiciones físicas, cuyos habitantes son completamente diferentes.

 

Además de la confusión de la redacción, da a entender que tiene un conocimiento absoluto de la totalidad de las condiciones físicas en las regiones mencionadas, lo cual es un disparate.

 

 

 

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These cases of close relationship in species either now or formerly inhabiting the seas on the eastern and western shores of North America, the Mediterranean and Japan, and the temperate lands of North America and Europe, are inexplicable on the theory of creation. We cannot maintain that such species have been created alike, in correspondence with the nearly similar physical conditions of the areas; for if we compare, for instance, certain parts of South America with parts of South Africa or Australia, we see countries closely similar in all their physical conditions, with their inhabitants utterly dissimilar.

 

 

Dentro de la teoría de la creación, son inexplicables estos casos de parentesco próximo entre especies que viven actualmente o vivieron en otro tiempo en el mar, en las costas orientales y occidentales de América del Norte, en el Mediterráneo y el Japón, y en las tierras templadas de América del Norte y Europa. No podemos sostener que estas especies hayan sido creadas semejantes en relación con las condiciones físicas, casi iguales, de las regiones; pues si comparamos, por ejemplo, ciertas partes de América del Sur con partes de África meridional o de Australia, vemos regiones, muy semejantes en todas sus condiciones físicas, cuyos habitantes son completamente diferentes.

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