Esas pequeñas modificaciones sucesivas en el párrafo septingentésimo vigésimo séptimo de El Origen de las Especies

El dogma darwinista dice que una especie deriva de otra por la acumulación de pequeñas gradaciones sucesivas. Todavía nadie ha dado un ejemplo, pero el dogma es firmemente creído tal y como hace ciento cincuenta y seis años lo expresó el Gran Maestro. Como suele ocurrir, la afirmación del dogma va acompañada de una serie de frases incomprensibles:

 

727.

 

As species belonging to distinct classes have often been adapted by successive slight modifications to live under nearly similar circumstances—to inhabit, for instance, the three elements of land, air and water—we can perhaps understand how it is that a numerical parallelism has sometimes been observed between the subgroups of distinct classes. A naturalist, struck with a parallelism of this nature, by arbitrarily raising or sinking the value of the groups in several classes (and all our experience shows that their valuation is as yet arbitrary), could easily extend the parallelism over a wide range; and thus the septenary, quinary, quaternary and ternary classifications have probably arisen.

 

Como las especies que pertenecen a clases distintas se han adaptado muchas veces mediante pequeñas modificaciones sucesivas al vivir casi en las mismas circunstancias -por ejemplo, a habitar los tres elementos: tierra, aire, agua-, podemos quizá comprender por qué se ha observado a veces un paralelismo numérico entre los subgrupos de distintas clases. Un naturalista impresionado por un paralelismo de esta clase, elevando o rebajando arbitrariamente el valor de los grupos en las diferentes clases -y toda nuestra experiencia demuestra que su valor hasta ahora es arbitrario-, podría fácilmente extender mucho el paralelismo, y de este modo se han originado probablemente las clasificaciones septenarias, quinarias, cuaternarias y ternarias.

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