La teoría ordinaria de la creación independiente, chivo expiatorio, en el párrafo septingentésimo cuadragésimo primero de El Origen de las Especies

Cada vez que el autor hace referencia a la «La teoría ordinaria de la creación independiente», es como si  escapase de toda dificultad poniéndose a salvo. Así, después de eludir en el párrafo anterior todo comentario histórico a las teorías de Geoffroy St. Hilaire que le obligaría a tratar de Cuvier y de Lamarck,  en este se pone a salvo. Para evitar tener que dar explicaciones vuelve a su escondite favorito, el chivo expiatorio de todas sus culpas: La teoría ordinaria de la creación independiente.

741.

 

Nothing can be more hopeless than to attempt to explain this similarity of pattern in members of the same class, by utility or by the doctrine of final causes. The hopelessness of the attempt has been expressly admitted by Owen in his most interesting work on the «Nature of Limbs.» On the ordinary view of the independent creation of each being, we can only say that so it is; that it has pleased the Creator to construct all the animals and plants in each great class on a uniform plan; but this is not a scientific explanation.

 

Nada puede haber más inútil que intentar explicar esta semejanza de tipo en miembros de la misma clase por la utilidad o por la doctrina de las causas finales. La inutilidad de intentar esto ha sido expresamente reconocida por Owen en su interesantísima obra sobre la Nature of Limbs. Según la teoría ordinaria de la creación independiente de cada ser, podemos decir solamente que esto es así; que ha placido al Creador construir todos los animales y plantas, en cada una de las grandes clases, según un plan uniforme; pero esto no es una explicación científica.

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