Hace años comenzábamos una recopilación de oxímoron (#oxymoron) , expresiones que se construyen mediante la unión de dos términos incompatibles y, por lo tanto, no tienen ningún significado. Ya decíamos entonces que la ventaja en este tipo de diccionarios es que las definiciones son todas iguales entre sí e iguales a cero. Ninguna de estas expresiones tiene significado alguno y sólo sirven para entontecer al personal y tenerlo durante horas perdido en discusiones estúpidas o, lo que es lo mismo expresado directamente, para el lavado de cerebro.

Es asombrosa la proliferación de este tipo de expresiones en tiempos recientes y así en las últimas semanas hemos detectado las siguientes:

Ateo católico

Católico protestante

Divine evolution

Ética Universal

Evolución divina

Exhibición privada

Filosofía masónica

Patriotismo universal

Protestante católico

Quality control in Liberals

Región masónica

Religión masónica

Reglamento oficial de las sociedades secretas

Ruinas restauradas

Smart Phone

Teléfono inteligente

Teléfono tonto

Vida extinguida

 

Todas ellas incorporadas en las secciones correspondientes del diccionario.

Orwell estaría muy contento de ver cómo se cumplen sus predicciones: el número de expresiones inútiles crece sin parar, el diccionario de neolengua progresa y el entontecimiento general avanza. No obstante, le sorprendería el gran papel que tenemos casi toda la gente, la mayoría, esos que el llamaba “los proles” en la elaboración y mantenimiento de este estado de caos, algo que supera sus expectativas.

Vengan ahora los académicos e intelectuales a intentar convencernos de aquellos  viejos mitos de evolución y progreso cuando lo evidente es que nos encontramos sometidos a una involución y retroceso sin precedentes.

Pero enmedio de este desconcierto todavía es posible extraer algunas conclusiones. Así llama la atención la cantidad de oxímoron que pertenecen a dos terrenos: por un lado los que se refieren a sectas y sociedades secretas y por otro los propios de  los dominios de la biología evolutiva y de la evolución. ¿Estarán relacionados ambos terrenos tan dispares por algo más que esta simple coincidencia? Sospechamos que sí.

Entre las recientes capturas  destacaremos dos puntos estrechamente relacionados. Primero, que hay biografías que ponen en evidencia que el concepto de oxímoron se puede extender a las personas acuñando así el término de oxímoron ambulante (#oxymoronambulante) del que hemos dado ya algunos ejemplos. Carlos Marx es un caso espectacular de oxímoron ambulante.

En segundo lugar mencionaremos el último oxímoron capturado, la Evolución divina o divine evolution, pues si una finalidad queda clara tras la lectura de El Origen de las Especies de Darwin es que su modelo de evolución basado en la supervivencia de los más aptos, niega todo diseño y va en contra de toda divinidad. Esta expresión, divine evolution, nos ayuda a reafirmar la idea anterior del concepto de oxímoron ambulante o personal , del que Carlos Darwin sería un ejemplo extraordinario. A la altura de su tocayo y contemporáneo. El marxismo y la evolución, dos fuentes constantes de confusión.

 

 

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16 comentarios

  1. HOla, me gustaría conocer en qué se basan para decir que Carlos Marx es una caso de oximorón ambulante (?). Lo de Darwin lo entiendo, pero Marx (?) … por mi parte creo que no habéis entendido en profundidad su obra. De todas maneras el resto de ejemplos me han resultado interesantes para la reflexión y también propios de un sistema poscapitalista (sus contradicciones) y enajenaciones, por cierto, ya las citó Marx en sus diversos trabajos. Saludos

  2. Hola Florencia,
    Gracias por el comentario. El caso de Marx es semejante al de Darwin aunque yo no lo he estudiado a fondo. Se trata de la contradicción existente entre su obra, que propone la lucha de clases y su vida en la cual se asoció siempre con las clases dominantes. Con esta base me gustaría que me indicaras si puedo estar equivocado y en qué. Un cordial saludo

  3. Un placer saludarte de nuevo Emilio, todos estos términos inútiles a que te refieres están basados en la Dialéctica Hegeliana = tesis + antítesis = síntesis, están transformando el lenguaje de la sociedad, y para ello necesitan destruir el viejo lenguaje, y eso lo logran creando una contradicción, para luego plantear una solución acomodada a quien creo la contradicción, es decir, un nuevo lenguaje. A las pruebas me remito, logran posicionar estos oxímoron en la sociedad mediante medios de difusión masiva, círculos «científicos», religiosos entre otros, para eso se necesita influencia lo cual implica poder. Crea un estancamiento en las discusiones debido a lo inútil del término, lo que produce la necesidad de un término nuevo (síntesis). Esa necesidad es justo la oportunidad que esperan para imponer una “solución” acomodado a sus intereses, un término nuevo. Saludos.

  4. Un ejemplo de lo que quizás inspiro a Hegel para crear su dialéctica:
    Gén 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. (tesis)
    Gén 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; (antítesis)
    Gén 3:5 (la serpiente dijo) sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (síntesis)

  5. Estimado Víctor,

    Gracias por los comentarios. Estamos de acuerdo en el origen de estas expresiones y en que el lenguaje se destruye desde arriba, desde el poder de quienes controlan los medios de comunicación. Afortunadamente todavía tenemos estos medios (Internet, redes sociales) a nuestra disposición para la denuncia. Aprovechémoslos y esperemos que duren…

    Un cordial saludo

  6. Buenas noches, Emilio:

    Me gustaría hacer algunos comentarios.

    Sobre el marxismo:

    Dice usted: «El marxismo y la evolución, dos fuentes constantes de confusión.» ¿Cómo se puede hacer semejante afirmación si uno no ha estudiado en profundidad la obra de Marx? Podría usted replicar que la «confusión» del marxismo es tan evidente que, para descubrirla, basta con un estudio superficial; pero, en fin, su afirmación llama la atención.

    Una obra filosófica no puede invalidarse acusando a su autor de doble moral. ¿Es correcta la «ley del valor»? ¿Resulta legítimo el concepto de «plusvalor»? ¿Es justo abolir la propiedad privada que somete trabajo ajeno? Éstas y otras son las preguntas que debemos responder; la vida de Marx no es relevante para acometer la tarea crítica. No se trata de salvar de la condena moral al ciudadano Marx, porque él nos debe importar un pimiento; se trata de refutar al filósofo Marx.

    Sobre los oxímoros:

    ¿No será que confunde «oxímoron» con «contradicción en los términos»?

    La expresión «ateo católico» no es una contradicción en los términos, e intentaré explicar por qué. Las religiones son, en el fondo, sistemas de conceptos para entender al hombre y sus relaciones; si renunciamos a la, por emplear la jerga kantiana, “idea” de dios, persiste de todos modos una cosmovisión particular, la propia de cada doctrina religiosa: el catolicismo no es lo mismo que el calvinismo (tiene usted una exposición sucinta de este último en «La ética protestante y el «espíritu» del capitalismo”, el tratado clásico de Max Weber); el sintoísmo y el budismo zen difieren de las religiones occidentales, etcétera. Es decir, se puede negar la existencia de dios y, a la vez, estar influido por una determinada cosmovisión religiosa que informa nuestras relaciones con los demás, nuestra concepción del hombre, del trabajo, o, por nombrar un ejemplo peculiar, del diseño de edificios penitenciarios (en su librito “Introducción a la cultura japonesa”, Hisayasu Nakagawa explica que el panóptico occidental es resultado del cristianismo y que las primigenias cárceles japonesas estaban diseñadas según otros principios, los propios de la cultura japonesa). Estoy hablando de lo que vulgarmente llamamos «culturas»: la cultura que influye a un individuo, aún difuminada por los efectos del capitalismo, que hoy destaca como la única doctrina global, no desaparece simplemente porque ese individuo niegue la existencia de dios. Hay, por lo tanto, ateos católicos, ateos puritanos, ateos musulmanes chiitas, etcétera; porque, nos guste o no, nuestra forma de entender la realidad está fundada en doctrinas religiosas que, con el paso del tiempo, se secularizan (ésta es, grosso modo, la tesis de Weber, quien descubre el origen del capitalismo en ciertas doctrinas de la Reforma). Desde luego, cabe la posibilidad de que un individuo critique y supere la cosmovisión del contexto cultural al que pertenece; tal es el caso de Friedrich Nietzsche, quien no sólo negó la existencia de dios sino que renegó de la cultura cristiana. Debo aclarar que pongo a Nietzsche como ejemplo; no siento ninguna estima por el trabajo filosófico de este autor.

    Reciba un cordial saludo,

    Marcos.

  7. Estimado Marcos,

    Muchas gracias por su comentario al que respondo de manera ordenada empezando por la primera cuestión que ya ha respondido usted mismo cuando dice:

    «¿Cómo se puede hacer semejante afirmación si uno no ha estudiado en profundidad la obra de Marx? Podría usted replicar que la “confusión” del marxismo es tan evidente que, para descubrirla, basta con un estudio superficial; pero, en fin, su afirmación llama la atención.»

    Exacto, eso es lo que digo. La confusión, sin comillas, del marxismo, es tan grande y evidente que basta con darse una vuelta por cualquier tertulia política o leer cualquier periódico. Ni tan siquiera es necesario un estudio superficial ya que tanto el marxismo como el darwinismo han invadido la vida cotidiana. Si esta afirmación llama la atención me alegro. Espero que genere alguna respuesta más y que despierte conciencias dormidas.

    He criticado a Darwin y al darwinismo en este blog desde hace diez años. Con Marx y el marxismo espero no tener condena semejante. Seguramente usted podrá ayudarme a entenderlo mejor pero de momento permitame que responda a las siguientes preguntas que usted plantea y le agradeceré me corrija si me equivoco:

    ¿Es correcta la “ley del valor”?
    Correcta para afianzar el materialismo y el capitalismo, sí pero desde el punto de vista filosófico y moral es una aberración. No hay valor alguno que pueda reemplazar a la virtud clásica: La justicia.

    ¿Resulta legítimo el concepto de “plusvalor”?
    Como le digo creo que no. Pero dejo que me oriente al respecto y, si le parece, lo discutimos.

    ¿Es justo abolir la propiedad privada que somete trabajo ajeno?
    Seguramente sí, pero con un fundamento que nunca puede ser materialista ni capitalista como en la obra de Marx.

    Por otra parte noto que usted tiene una tendencia muy grande a disociar el ciudadano del filósofo y a mí me parece que no existe posibilidad de tal disociación. Un filósofo es un ciudadano y sólo de un ciudadano honrado podemos esperar honradez, que es cualidad fundamental en un filósofo.

    Sobre los oxímora utilizo la única definición del Diccionario de la RAE que es la siguiente (y no hay otra):

    1. m. Ret. Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.

    Ateo católico es oxímoron porque si una persona es católica no puede ser atea y si es atea no puede ser católica, aunque lo vista usted con toda la metafísica y el acervo cultural que más le guste.

    Una cosa es la cultura, a tradición y otra muy distinta la religión.

    Reciba un cordial saludo

  8. Estimado Marcos,

    Muchas gracias por su comentario al que respondo de manera ordenada empezando por la primera cuestión que ya ha respondido usted mismo cuando dice:

    «¿Cómo se puede hacer semejante afirmación si uno no ha estudiado en profundidad la obra de Marx? Podría usted replicar que la “confusión” del marxismo es tan evidente que, para descubrirla, basta con un estudio superficial; pero, en fin, su afirmación llama la atención.»

    Exacto, eso es lo que digo. La confusión, sin comillas, del marxismo, es tan grande y evidente que basta con darse una vuelta por cualquier tertulia política o leer cualquier periódico. Ni tan siquiera es necesario un estudio superficial ya que tanto el marxismo como el darwinismo han invadido la vida cotidiana. Si esta afirmación llama la atención me alegro. Espero que genere alguna respuesta más y que despierte conciencias dormidas.

    He criticado a Darwin y al darwinismo en este blog desde hace diez años. Con Marx y el marxismo espero no tener condena semejante. Seguramente usted podrá ayudarme a entenderlo mejor pero de momento permitame que responda a las siguientes preguntas que usted plantea y le agradeceré me corrija si me equivoco:

    ¿Es correcta la “ley del valor”?
    Correcta para afianzar el materialismo y el capitalismo, sí pero desde el punto de vista filosófico y moral es una aberración. No hay valor alguno que pueda reemplazar a la virtud clásica: La justicia.

    ¿Resulta legítimo el concepto de “plusvalor”?
    Como le digo creo que no. Pero dejo que me oriente al respecto y, si le parece, lo discutimos.

    ¿Es justo abolir la propiedad privada que somete trabajo ajeno?
    Seguramente sí, pero con un fundamento que nunca puede ser materialista ni capitalista como en la obra de Marx.

    Por otra parte noto que usted tiene una tendencia muy grande a disociar el ciudadano del filósofo y a mí me parece que no existe posibilidad de tal disociación. Un filósofo es un ciudadano y sólo de un ciudadano honrado podemos esperar honradez, que es cualidad fundamental en un filósofo.

    Sobre los oxímora utilizo la única definición del Diccionario de la RAE que es la siguiente (y no hay otra):

    1. m. Ret. Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.

    Ateo católico es oxímoron porque si una persona es católica no puede ser atea y si es atea no puede ser católica, aunque lo vista usted con toda la metafísica y el acervo cultural que más le guste.

    Una cosa es la cultura, tradición y otra muy distinta la religión.

    Reciba un cordial saludo

  9. Buenas noches, Emilio:

    Por alguna razón, no ha aparecido mi segundo comentario; lo intenté publicar hace una semana, si no recuerdo mal. Lo vuelvo a escribir.

    Antes del siguiente resumen somero de ciertos conceptos marxianos, debo decir —lo debí decir en mi anterior comentario— que yo no pretendí defender el marxismo ni muchísimo menos, y la razón es sencilla: no tengo los suficientes conocimientos.

    La teoría del valor de Marx, consiste, grosso modo, en considerar que se intercambian mercancías en función de las horas de trabajo invertidas en su fabricación. Así pues, si se cambian tres manzanas por dos peras, por poner un ejemplo burdo, eso quiere decir que el productor de manzanas invierte el mismo tiempo en cultivarlas que el invertido por el productor de peras en cultivar sus respectivos frutos. La naturaleza del dinero es ésta: si pago ocho unidades por dos manzanas, eso quiere decir que en extraer los metales y fabricar las monedas se ha invertido el mismo número de horas que en cultivar las manzanas: ocho horas, porque cada unidad monetaria representa una hora de trabajo.

    Ahora bien, según Marx, en el capitalismo no se da este intercambio de equivalentes, que el considera el único intercambio justo; es decir, no se da el intercambio de un número de horas de trabajo por el mismo número de horas. ¿Por qué? Por lo siguiente. El empresario paga al trabajador un sueldo que equivale, por decirlo de algún modo, al número de horas invertidas por ciertos productores en la fabricación de productos esenciales para el trabajador: una unidad monetaria para que el trabajador pague, qué sé yo, un jersey, porque el productor textil tarda una hora en producirlo; dos unidades monetarias para comprar un coche, porque ése es el tiempo invertido por el productor de coches; y así hasta completar el salario que sea. Pero ¿qué ocurre en la fábrica? Que el empresario obliga al trabajador a producir un producto cuyo valor en horas es superior al valor del salario: te pago ocho unidades monetarias, por poner un ejemplo, pero trabajas dieciséis horas y fabricas un producto que vale, eso es, dieciséis unidades monetarias. Es decir, el empresario no paga al trabajador las horas trabajadas, porque eso sería, a juicio de Marx, justo: intercambio de equivalentes, conque debería pagar dieciséis unidades monetarias. El empresario no paga el trabajo, sino la “fuerza de trabajo”, o sea, la capacidad para trabajar. Y luego, obtiene beneficios al intercambiar un producto de mayor valor; a esto el autor lo denomina “plusvalor”.

    Debe quedar claro que Marx jamás pretendió abolir la propiedad privada «sin más», como dice en el “Manifiesto comunista”, sino la propiedad privada de los medios de producción; ningún marxista pretende quitar a la gente sus propiedades, sino socializar los medios de producción para evitar el plusvalor y conseguir que todo el mundo tenga acceso al trabajo. ¿Es eso posible? Pues no lo sé; mis conocimientos no dan para más.

    Cambio de asunto. La definición del diccionario de oxímoron es correcta: los términos que lo forman «originan un nuevo sentido». Sin embargo, en una contradicción en los términos, los términos que forman la expresión se anulan mutuamente; no hay sentido, porque la expresión es un absurdo. En cualquier caso, da igual, porque este asunto es menor.

    Desde luego, si niegas la existencia de dios no puedes ser católico en sentido estricto; pero la expresión “ateo católico” alude, como dije en mi anterior comentario, a un ciudadano católico en sentido cultural: niega a dios, pero está influido por los conceptos católicos. Por ejemplo, por el “libre albedrío” (frente a la ausencia de libertad, el “servo arbitrio”, propia de los cristianismos de la reforma); el “libero arbitrio” es un concepto católico, elaborado por Agustín de Hipona.

    Un cordial saludo,

    Marcos

  10. Por cierto, he leído su texto «Proyección del pensamiento de Unamuno sobre la biología actual».

    No acabo de entender, y es, seguramente, culpa mía, por qué comienza usted citando a Unamuno para negar que el fundamento de la vida sea la base molecular y, después, continúe considerando la posibilidad de que las formas de vida más complejas pudieran en algunas ocasiones producir las formas de vida menos complejas en un proceso inverso (de lo complejo a lo simple, y no de lo simple a lo complejo) al que habitualmente se considera. Es decir, no he entendido cómo ni por qué relaciona usted el primer asunto con el segundo.

    Me agrada que un científico se refiera a la filosofía y estoy completamente de acuerdo en algo: que los españoles no tengamos especial talento para la tecnología no quiere decir que no tengamos otro talento. Supongo que el desdén de muchos por la actividad cultural española parte de esta estrechez de miras, la de considerar que sólo hay una cultura realmente importante: la investigación científica con el propósito de inventar. Es verdad: hoy la tecnología es la nueva deidad. Pero con ella sólo podremos mejorar nuestras condiciones de vida, no hallar el sentido de la vida.

    Afirmar que las moléculas son la base de la vida como fenómeno no excluye que consideremos la ética como base de la vida entendida como existencia humana consciente de sí misma.

    Un cordial saludo,

    Marcos

  11. Estimado Marcos,

    Siento que el sistema le haya borrado algún comentario. Por mi parte, estoy encantado de recibirlos y me limito a darles paso en cuanto puedo.
    Si usted no tiene, como dice, suficientes conocimientos para defender el marxismo, yo tampoco y menos para atacarlo, lo cual siempre requiere mejor preparación. Empero percibo en él un tufillo de manipulación, de deshonestidad muy semejante al que percibo al leer a Darwin y que cada vez vea más puntos comunes entre estos dos profetas del materialismo y de la ambigüedad.

    https://twitter.com/BiologiaPensamt/status/921292546378227715

    Muchas gracias por sus aclaraciones sobre los conceptos marxistas de la teoría del valor. Me gustaría preguntarle, donde indica que Marx intentó abolir la propiedad privada de los medios de producción, si se expresó en relación con la banca, es decir si en algún momento de su amplia producción dijo algo acerca de si la banca podría ser propiedad privada o no. Es decir si, en este sentido, consideró en algún momento a la banca como «medio de producción» o simplemente eludió tratar el tema. Es una duda que me surge así a botepronto, sin más reflexión ni mayor importancia, pero que yo también intentaré resolver por mi parte. En general, observo tanto en Marx como en Darwin una liviandad notable en sus críticos y comentaristas que eluden los aspectos clave, como son en el caso de Darwin ( y creo que también en el de Marx) el abuso del lenguaje, la falta de originalidad y la falta de respecto por sus predecesores históricos.

    Efectivamente, para la valoración de la adecuación de los oxymora, todo depende como usted dice de la definición que demos a los términos empleados. Respondo a su segundo comentario a parte.

    Un cordial saludo,

  12. La Biología contemporánea tiene, desde Darwin, esa fea costumbre y pretensión absurda de ponerse a resolver cuestiones demasiado ambiciosas y mal planteadas. No existe prueba alguna de que la vida haya evolucionado de lo simple a lo compejo. Queda por ver si es que hay algo que pueda ser considerado simple frente a otro objeto que sería considerado complejo. Ambos objetos están rodeados de un entorno que, en ningún caso es simple. No se si me explico.

    Y bien, el caso es que tanto si me explico como si no, aceptar que la vida ha evolucionado y procede de lo simple a lo complejo es una postura inmoral por los siguientes motivos: 1) Se admite algo sin pruebas, es decir sin fundamento y no sólo eso sino que se intenta imponer dicha postura y 2) Se quita la importancia a lo desconocido que es una de las bases de la moralidad: El respecto a la naturaleza y también a lo desconocido.

    Reciba usted un cordial saludo con mis mejores deseos y la intención de ver su réplica en la dirección que considere más oportuno.

    Hasta pronto,

  13. Emilio:

    Tenga en cuenta que, en los tiempos en que Marx escribió, los obreros vivían hacinados en barracones y sus jornadas laborales se prolongaban más allá de las diez horas, incluidos los niños, que también trabajaban. Tal vez Marx emplease la expresión para unir a los débiles contra aquellos que los explotaban como a ganado.

    Para Marx la banca no era un medio de producción; la actividad bancaria no produce nada. Paradójicamente, tenía fe en que el capitalismo prescindiese de los préstamos bancarios y la usura, para él herencias del sistema económico feudal. Pero no soy ni mucho menos experto en este asunto. Si no recuerdo mal, Marx explica algo en el volumen II de “El capital”. Yo necesitaría refrescar mi memoria, la verdad.

    En el asunto de la biología yo no puedo decir nada, porque no tengo ningún conocimiento. Me parece interesante la afirmación de que no hay pruebas de la evolución desde lo simple a lo complejo y, faltaría más, estoy de acuerdo en que no se pueden llenar los agujeros del conocimiento con conjeturas; si eso es lo que a su juicio hacen los biólogos modernos, entonces entiendo que los intente desenmascarar.

    Un cordial saludo,

    Marcos.

  14. Estimado Marcos,

    En los tiempos en que Marx escribió había también quien vivía en pequeñas poblaciones o en el campo y no tenía los problemas que usted dice y que fueron, al parecer base de la inspiración de Marx.

    Si para Marx la banca no es medio de producción entonces puede que estuviera equivocado puesto que todo medio de producción y en mayor medida cuanto más grande sea, depende para su financiación de la banca. Ese es uno de las grandes defectos del Marxismo y de algunas escuelas de filosofía contemporáneas: Eludir aspectos fundamentales y polarizar, concentrar la atención en otros aspectos. Eso es dogmatismo y suele ir acompañado de posiciones autoritarias.

    Reciba un cordial saludo

  15. Estimado Marcos,

    Me temo que otra vez ha desaparecido su último comentario. Lo he visto someramente desaparecer cuando he borrado unos cuantos que había en la bandeja de Spam. No sé por qué estaba en dicha bandeja.

    Si es tan amable y lo guarda, le agradeceré que lo vuelva a enviar.

    Un cordial saludo,

  16. Emilio:

    Lo que haré es publicar otro comentario, mucho más breve.

    Como siempre, empiezo reconociendo mi ignorancia, en este caso en historia; porque leer libros de historia, una de mis aficiones, no me otorga ninguna autoridad en la disciplina. Ahora bien, si no recuerdo mal, en tiempos de Marx la norma fue el trabajo asalariado, urbano o rural: la mayoría de los hombres de campo eran latifundistas, empleadores de braceros y jornaleros.

    Hay algo en lo que sí estoy de acuerdo con Marx. En mi opinión, no se puede llamar autoritarismo a la pretensión de devolvernos lo que nos pertenece: la tierra y los medios de producción. ¿Recuerda ese episodio de «Los Simpsons» en que el señor Burns se apropia del sol? Todo el mundo se indigna, porque es evidente que el sol no es de nadie. ¿Por qué pensamos que sí es justo ver cómo unos señores se apoderan de la tierra y los recursos naturales para su propio beneficio?

    Si lee a Marx, se convencerá de que no eludió el asunto de la banca. Por supuesto, es lícito que usted discrepe de sus conclusiones, claro.

    Un cordial saludo.

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