Según los productores, el cultivo del mejillón en Galicia (producto estrela de la acuicultura española), atraviesa una crisis que hace que muchas explotaciones estén al límite de la rentabilidad. Entre el 20 y el 30% del que sale de las bateas gallegas se comercializa en fresco. Su precio es ahora un 30% más barato que hace dos años. Y el resto, destinado a industria, se sigue comercializando con los mismos precios del 2001.


Su cotización no solo no ha subido: la política de descuentos y bonificaciones aplicada ahora por los productores hace que, en realidad, el kilo del producto salga también alrededor de un 30% más barato. A estos precios hay que añadir la subida de los costes de producción: la crisis.

Además la producción de mejillón en otros países ha crecido mucho y se ha abierto hueco en los mercados tradicionales del mejillón gallego. El chorito chileno ha desbancado al mejillón de Galicia en los mercados europeos de producto congelado.

Pero la competencia no es el único factor que juega en contra de los productores gallegos. Quienes comercializan el producto que sale de las bateas gallegas -tanto los depuradores como los cocederos- se quejan  de que el bateeiro es muy reacio a adaptar su producción a las tendencias del mercado y los ritmos que este exige. Variar la forma de cultivar el mejillón no es fácil, pero habría que procurar adaptarse a la demanda del mercado aunque sea necesario modificar maneras muy arraigadas de hacer las cosas.

«Para salir de la crisis que atraviesa el sector, un grupo de organizaciones bateeiras han constituido la Plataforma para a Distribución do Mexillón de Galicia (Pladimega). El objetivo que persigue este colectivo -del que forman parte organziaciones de productores como Opmega, Cabo de Cruz o Amegrove y que representa a unas 2.200 bateas- es reestructurar la actividad, adaptarla a los nuevos tiempos y conseguir el equilibrio en un mercado sujeto desde hace años a todo tipo de vaivenes.

La nueva organización se dio a conocer la semana pasada, cuando convocó un paro de las descargas de mejillón destinado a industria. Un paro que mantendrán hasta que tengan a punto todo el dispositivo para «empezar a campaña con garantías», según sus dirigentes.»

«Si bien el resto de las organizaciones bateeiras se sumaron inicialmente al paro para negociar la propuesta de Pladimega, algunas de ellas ya se han bajado de ese carro al entender que sus intereses y los de la plataforma no discurren por el mismo camino. De hecho, algunas de estas entidades tenían previsto retomar las descargas de mejillón para industria, siempre y cuando los cocederos realizasen pedidos.»

El cultivo de mejillón es un claro ejemplo de empirismo, de prueba y error llevado a cabo en los últimos sesenta años por una genet emprendedora. Una asignatura pendiente para la I+D+i, sobre todo la «i» de este país.

Está bien la cosa. Si el 90% del producto de la Acuicultura española es el mejillón y su cultivo está en crisis… Ya lo dice el refrán en el comer y en el rascar todo es empezar.

ACTUALIZACIÓN:

Cuando escribimos esto, el 13 de Agosto de este año, la cosa estaba mal pero ahora está muy mal.

La batalla campal de Vilanova finalizó con varios heridos leves y un bateeiro que presenta un traumatismo craneoencefálico severo, de pronóstico grave. Juan Ramón Outeiral Tarrío tiene 32 años y pertenece a la Asociación de Productores de Mexillón de Rianxo (Aspromeri). Nunca debería haber pasado. Si se llega a esto es porque han fallado muchos controles que deberían haber funcioando con eficacia.

Sigue el conflicto.

Esperemos que se solucione pronto por el bien de una de las actividades de la acuicultura española con más prestigio internacional.

Hoy 24 de septiembre del 2008. Sigue la cosa. Aunque parece que hay paz, el aire me recuerda aquello de la «tensa calma».

Dice la Prensa (según algunos «canalla», todo depende de si gusta o no lo que dice):

«El secretario general de Anfaco, Juan Vieites, se mostró contundente al asegurar que «el mejillón de Galicia ya no es la referencia en el canal de distribución de nuestros productos», reafirmándose así en su intención de mantener paralizada la compra de molusco.
En cualquier caso, Vieites deja claro que dejar de comprar molusco «no es ningún boicot, sino una decisión tomada al amparo del libre mercado y en defensa de las mismas condiciones de compraventa que imperaban antes de que el 1 de agosto surgiera el problema que ellos, los mejilloneros, crearon». El secretario general de Anfaco augura que la crisis generada en el sector productor «no beneficia absolutamente en nada, sino todo lo contrario», a la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia, advirtiendo de que la conserva «transforma entre el 60% y el 70% del mejillón, y por tanto somos nosotros los que ponemos la cara y los ojos a esa DOP».
En la central, que lidera Julián García Mouriño, de A Illa, se mostraron ayer «muy dolidos» con el planteamiento de la patronal, pues aseguran que «los precios que ahora planteamos son los mismos que hace 10 años, y a pesar de que la tabla de precios se aprobó en 1998 y desde entonces el IPC se incrementó en un 30%, los precios no se habían movido ni un céntimo».
Lo que ocurre, sugiere Pladimega, es que «si la industria nota la subida de precios es porque durante una década la desunión del sector y la tiranía de cárteles como Anfaco obligaron a los mejilloneros a vender un 20% por debajo de aquellas tarifas, por eso no hace mucho era fácil encontrar mejillón a 0,30 euros».

Creo que la «cosa» continuará…

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