«El Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959, regula las relaciones entre los estados firmantes en las materias relacionadas con la Antártida. El Tratado afecta los territorios, incluyendo las barreras de hielo, ubicados al sur de los 60° de latitud sur. Los firmantes iniciales (países signatarios) fueron Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, URSS (sustituida por Rusia), el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Estados Unidos, pero el Tratado dejó la puerta abierta a cualquier miembro de la Organización de las Naciones Unidas, u otro estado invitado por la totalidad de los signatarios. Desde su firma varios países más se han adherido al tratado.»

«El 4 de octubre de 1991 se firma en Madrid el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente (también conocido como Protocolo de Madrid), que nace para reforzar el Sistema del Tratado Antártico y por la necesidad de incrementar la protección del medio ambiente antártico y de los ecosistemas dependientes y asociados. El Protocolo de Madrid, actualmente con seis anexos, marca las pautas para la conservación del medio ambiente antártico y garantiza que la Antártida siga utilizándose para los fines previstos en el Tratado.»

Por desgracia, la especie humana casi siempre deja huella. Como se puede comprobar en las fotografías, aunque la mayoría de las bases eliminan eficazmente sus desperdicios (trasladándolos a otro sitio fuera de la Antártida), siempre quedan “restos” que no se pueden eliminar.

«Hasta 1966 la mayoría de las expediciones a la Antártida estaban organizadas por los gobiernos o con apoyos gubernamentales. Ese año se organizó la primera expedición comercial turística y desde entonces el turismo comercial ha ido aumentando regularmente, el número de turistas que visitarán el Área del Tratado Antártico en la temporada 2006-2007 se estima en 35.000 personas. La zona más visitada es la Península Antártica debido a la cercanía con puertos Sudamericanos.»

«Cada año aumenta el riesgo de que una tragedia como la del Titanic tenga lugar en la Antártida casi un siglo después.  La amenaza se debe al  auge del turismo en el Continente Blanco y a la creciente probabilidad de que alguno de los barcos con visitantes choque con un iceberg o encalle en alguno de los muchos bajíos que hay sin cartografiar. El peligro creciente se ve confirmado por la sucesión durante los últimos tres años de varios accidentes marítimos en los que hubo un naufragio sin víctimas, y en los que hubo que evacuar a los turistas. Los tres casos se dieron en las proximidades de la Península Antártica.»

«Con la llegada del turismo aparecen otros males. Los barcos de crucero que fondean en la Antártida entre los meses de noviembre a febrero, han fondeado en otros lugares del planeta, entre ellos en los fiordos noruegos. Las incrustaciones y moluscos que trasladan de un polo a otro del planeta empiezan a ser una vía de intercambio de especies invasoras.»

«Por otra parte, la investigación de los seres vivos de los ecosistemas antárticos, con fines científicos y farmacéuticos, empieza a ser motivo de tensiones. Entre junio de 2008 y febrero de 2009 el número de patentes comerciales basadas en organismos antárticos aumentó de 107 a 187; el 60% de las patentes marinas se basan en el krill, crustáceo que forma parte esencial de la cadena alimentaria.»

«La estabilidad de los ecosistemas antárticos es extraordinariamente sensible a la destrucción y fragmentación de sus hábitats singulares, que pueden verse negativamente afectados por una posible bioprospección incontrolada.»

Indudablemente en la Antártida se está llevando a cabo mucha y muy buena ciencia. Sin embargo, algunas de las bases son más asentamientos para reclamar futuros territorios y los que bases científicas. De hecho varios países reclaman parte del territorio de la Antártida; entre ellos Argentina, Chile, Australia, Francia y Reino Unido.

De momento no se han descubierto yacimientos de minerales de importancia económica, sobre todo porque el 97 % de la Antártida está cubierto de hielo. Pero hace más de 500 millones de años, era parte de un supercontinente conocido como Gondwana que incluía Sud América, Australia y África que son ricos en cobre, diamantes, oro y carbón, o sea… la Antártida promete.

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