Escribir que dependemos del petróleo es una perogrullada, una obviedad. También es cierto que tarde o tempran esta fuente de energía se agotará y no solo como motor del mundo sino como solución para muchas de nuestras necesidades. Los polímeros sintéticos derivados del petróleo como polietileno o nylon están presentes en casi todos los productos de consumo. Estos plásticos necesitan muchos años para degradarse.


Los problemas de eliminación y la falta de materia prima han llevado a los investigadores a inventar nuevas alternativas.

Por ejemplo, un grupo del Instituto de Ciencias de los Materiales del CSIC, ha fabricado nuevos polímeros aprovechando compuestos del medio ambiente como almidón de patata y de maíz, pectinas de cítricos y manzana, quitosano de caparazones de crustáceos o polímeros de algas. De todos ellos, se pueden producir bioplásticos.

Los implantes para generación de tejido tratan de imitar al cuerpo humano. La ingeniería de tejidos incorpora un soporte artificial favorable para el crecimiento celular y emplea materiales biodegradables para que una vez que el organismo regenere el tejido éste se elimine. Entre los biomateriales ensayados, se encuentran los colágenos y gelatinas de origen animal (bovino, porcino o pescado).

Algunas bacterias (terrestres y marinas) tienen la capacidad de producir biopolímeros biodegradables tales como los polihidroxialcanoatos (PHAs) y el ácido poliláctico (PLA). Los PHAs debido a su origen de fuentes renovables y por el hecho de ser biodegradables, se denominan “polímeros doblemente verdes”. El PLA, monómero natural producido por vías fermentativas a partir de elementos ricos en azúcares, celulosa y almidón, es polimerizado por el hombre. Los bioplásticos presentan propiedades fisicoquímicas y termoplásticas iguales a las de los polímeros fabricados a partir del petróleo, pero una vez depositados en condiciones favorables, se biodegradan.

Recientemente, científicos chilenos han desarrollado, técnicas de regeneración para piel dañada a partir de crustáceos y células madre, con las que mejorará el tratamiento de quemaduras y diferentes cicatrices. Una vez obtenido quitosano de la quitina de los caparazones de crustáceos y añadirle aditivos y plastificantes, se convierte en un perfecto sustituto de la piel humana. Se puede usar como un soporte de crecimiento, que va restaurando la misma piel de la persona sin dejar huellas. El rechazo es mínimo ya que es un biopolímero de origen natural y posse un cierta acción bactericida.

Algunos proponen que el consumo de quitosan, un polimero de origen marino, es capaz de captar parte del contenido graso de los alimentos, convirtiendolo en un complejo no absorbible y eliminarlo a través de las heces.

El quitosán es un biopolímero marino derivado de la quitina, se encuentra en el caparazón de algunos crustáceos marinos (cangrejos, langosta, langostinos, gambas…). Su estructura es la de una cadena polisacárida glucosídica indigerible (fibra natural), con grupos aminos. Estos grupos tienen la propiedad de cargarse positivamente en el medio ácido del estómago, de modo que atraen las partículas neutras o cargadas negativamente (fundamentalmente las grasas). Forman un complejo que no puede ser reabsorbido y que es eliminado por vía fecal. De esta forma la grasa captada por chitosán y no absorbida tiene un valor calórico nulo. Un gramo de quitosán es capaz de capturar y posteriormente eliminar hasta doce gramos de la grasa ingerida después de su administración. Otros estudios han confirmado que el quitosán puede captar los ácidos biliares que se sintetizan a través del colesterol en el hígado y que son vertidos al intestino, provocando una disminución de la tasa sanguínea de colesterol total y una mejoría en la relación colesterol HDL (el malo) y el colesterol total.

También a partir de biopolímeros amrinos, se ha desarrollado una pintura que se autorrepara basada en el quitosán usando oxetano un precursor del quitosán.

Ya lo decían nuestras madres, no peles la fruta que en la piel está lo mejor, lo mismo con las gambas, mejor tomarlas con cáscara…

Como prueba irrefutable de que los biopolímeros de origen marino son fundamentales para nuetsra supervivencia como especie me he encontrado con un champu que activa el crecimiento del cabello ya que tiene: ¡¡¡biopolímeros marinos!!!

Principios activos presentes
2% de Aminoácidos
1% de Biopolímeros marinos en solución.
0,5% de Vitaminas (A, E, F, H, H’ y vit. del grupo B)

¡La fuerza de la naturaleza invade tus cabellos!

También hay unas cremas nórdicas con biopolimeros marinos

Desde luego nos queda mucho por investigar

Para saber más sobre los biopolímeros pinche AQUÍ.

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