La carabela portuguesa

La bella carabela portuguesa tienen la rara habilidad de producir picaduras que pueden pasar desde muy molestas a mortales. La carabela portuguesa no es una medusa. Es una colonia de organismos cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia.

«La carabela portuguesa es una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas, y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción).»

 

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=RBdCpcapB0s[/youtube]

«Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.»

«Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco espiralado de un único uso llamado nematocisto, que puede ser de distintos tipos: simples ventosas, prolongaciones largas de los tentáculos que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteínica que paraliza a la presa.»

El nombre viene del parecido que tienen con las carabelas, las naves del siglo XVI. Otro organismo formas los tentáculos que pueden medir hasta 9 metros y cuelgan debajo de la superficie del mar y tienen nematocistos con veneno que pueden matar peces pequeños. Estas carabelas viven en aguas templadas o cálidas y picana miles de personas cada año.

En general todos intentamos evitarlas como nos sea posible. Sin embargo el fotógrafo Aaron Ansarov y su mujer las recogieron con guantes de goma  en  Delray Beach, Florida.

Después las fotografiaron y estas fotos las trabajaron con Photoshop. Este es el resultado.


 


 


 

 

 

Para ver más fotografias visiten el artículo en Wired magazine

Compartir:

2 comentarios

Deja un comentario