Algunas proteínas de los calamares podrían ser los nuevos plásticos

Los tentáculos de los calamares tienen cientos de ventosas, cada una de ellas tiene un anillo de dientes afilados que permite que los calamares se “peguen” a sus presas. Desde hace unos años investigadores de la Pennsylvania State University estudian las proteínas de estos dientes para comprobar si podrían ser la base de una nueva generación de materiales resistentes pero fáciles de moldear. Podrían utilizarse en cirugía y en embalajes respetuosos con el medio ambiente. Nos hemos beneficiado de los plásticos pero al mismo tiempo son una de las mayores amenazas para nuestra supervivencia. Necesitamos urgentemente encontrar alternativas que no degraden todavía más el planeta.

El sector textil es una de las mayores fuentes de contaminación por microplásticos, ya que los tejidos sintéticos, como el poliéster o el nylon, derivados del petróleo y liberan microfibras que se encuentran en todas partes. «Cada vez que una prenda se lava hasta 700.000 fibras microscópicas llegan a los océanos, son tragadas por la vida marina y se incorporan a la cadena alimentaria, pudiendo terminar en nuestros platos. Un nuevo estudio de la Institution of Mechanical Engineers destaca que un 35% de los microplásticos liberados en los océanos de todo el mundo proceden de textiles sintéticos.»

El Parlamento Europeo avisa sobre esta amenaza:

«La presencia de estas microesferas en el océano está aumentando. La ONU declaró en 2017 que hay hasta 51.000 millones de partículas microplásticas en el mar, 500 veces más que el número de estrellas de nuestra galaxia.

Los microplásticos encontrados en el mar pueden ser ingeridos por animales marinos. El plástico se acumula en su cuerpo y puede terminar en los humanos a través de la cadena alimenticia.

Estas partículas también están presentes en alimentos y bebidas, como la cerveza, miel y agua del grifo. Además, recientemente también se han descubierto partículas de plástico en heces humanas.

El efecto en la salud humana es aún desconocido, pero a menudo contienen aditivos y otras sustancias químicas, posiblemente tóxicas, que pueden ser perjudiciales para los animales y las personas»

Las proteínas de los dientes de anillos del calmar (squid ring teeth, SRT), podrían suponer una solución, al proporcionar una capa resistente a la abrasión y la erosión de los tejidos generadas por el lavado a máquina. Están valorando la posibilidad de confeccionar trajes resistentes a los ataques con armas químicas y biológicas.

Estas mismas proteínas podrían emplearse en la generación de tejidos que en caso de rotura podrían pegarse con sencillez. El video lo explica.

[youtube]https://youtu.be/r_VRvmxG_8w[/youtube]

No es necesario obtener esta proteína de calamares procedentes de la pesca. Se puede producir empleando técnicas de biotecnología.

Los investigadores autores de la última publicación están trabajando para conseguir crear proteínas que puedan utilizarse en procesos de manufacturación industrial. El producto comercial se llama: Squitex.

Hace dos años publiqué una entrada sobre las zapatillas Vivobarefoot Ultra Blooms, las primeras zapatillas hechas de biomasa procedente de algas.

No podemos dejar de buscar alternativas a nuestro sistema de vida contaminante. La investigación científica tiene la respuesta.

Fuentes:

Parlamento Europeo.

Phys.Org.

Frontiers Chemistry

 

 

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