En los últimos años se ha multiplicado por un factor de escala enorme la cantidad de datos biológicos. De hecho algunos de los acontecimeintos de los últimos años como la genómica, la proteómica o la metabolómica, son algunos de los casos visibles donde la cantidad de información acerca de la complejidad a diferentes niveles de la biología es manifiesta.

Uno de los principales retos lo constituye por tanto identificar donde se esconde la sencillez de la complejidad observada. Es ahí donde la física teórica puede aportar conceptos, métodos y herramientas para entender los procesos biológicos a través de sus numerosas escalas. Estas son algunas de las ideas fundamentales que se discuten en el artículo Simplifying Biological Complexity  escrito por biólogos y físicos de la Pennsylvania State University y que ha aparecido en el último número de Nature Physics. Lo que supone un programa para las mutuas relaciones e interacciones entre biólogos y físicos en este siglo XXI.

Miguel A. F. Sanjuán

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