El CD cumple 25 años; el libro varios siglos

La mayoria de bibliotecarios y documentalistas se alegraron mucho de la aparición de un nuevo soporte que iba a revolucionar las capacidades de almacenamiento en formato digital. La pregunta era: ¿cuánto va a durar? Bueno, ya sabemos algo más, pues acaba de cumplir un cuarto de siglo de vida. Si es cierto que almacena más capacidad que un libro, pero no lo es su seguridad, ya que muchos de ellos pierden su información, o se borra, o no permite el acceso. En todo caso es un gran avance que ya se cumplan los 25 año de su aparición. FELICIDADES. Pasen y lean. Pasen y comenten.



Hace 25 años, el 17 de agosto de 1982, el primer CD (compact disc) salía de la fábrica del grupo electrónico Philips en Hanover (Alemania), provocando una revolución en el mundo de la música que nadie habría podido predecir.
«A finales de los años 70 y a inicios de los años 80, nosotros jamás habríamos pensado que un día las industrias del entretenimiento y la informática optarían por el CD digital para almacenar el volumen creciente de programas y películas», explica Piet Kramer, que participó como ingeniero en el desarrollo del CD.

Desde los años 90, el CD prácticamente derrocó al disco de vinilo y su uso se amplió a nuevas aplicaciones, como las del CD-Rom o el DVD.

En 25 años, se han vendido 200.000 millones de CD’s.

«Comenzó como algo pequeño, como la mayoría de las revoluciones», cuenta Paul Solleveld, portavoz de la organización holandesa de la industria del entretenimiento NVPI.

Inicialmente, Philips desarrolló la idea de grabaciones digitales de imágenes y desarrolló un CD de color de tamaño de un disco de 33 revoluciones, pero el videodisco fue despreciado por el público.

Este fracaso incitó a los ingenieros de Philips a realizar un disco más pequeño dedicado únicamente a almacenar sonido. El CD acababa de nacer.

Los inicios son modestos, limitándose a la grabación del disco ‘The Visitors’ de ABBA, uno de los grupos estrella de Polygram, filial de Philips, y una grabación de la ‘Sinfonía Alpina’ de Richard Strauss bajo la batuta de Herbert von Karajan.

En un primer momento, Philips solamente produjo 200 CD, principalmente de música clásica, porque su calidad sonora superior era ideal para los melómanos.

Éstos son en un primer momento los más entusiastas ante el CD, más que los fans del pop y el rock y, según las previsiones de Philips, más inclinados a comprar los CD más caros que los vinilos, así como los lectores, cuyos primeros modelos costaban unos 1.500 de hoy día. Las grabaciones en CD revelaban sonidos imperceptibles en un vinilo.

«Una de las primeras grabaciones del pianista chileno Claudio Arrau para Polygram reveló que jadeaba y protestaba al tocar. En los vinilos no se le oía, pero en los CD’s el sonido es cristalino», explica Frank van den Berg, miembro del equipo de Polygram encargado del desarrollo del CD.

El CD despegó lentamente y en 1985 un grupo estrella de la época, Dire Straits, realizó el disco ‘Brothers in Arms’, la primera grabación exclusivamente digital.

Este álbum vendió más de un millón de ejemplares y estableció al CD como el soporte del futuro para la música.

«A finales de los años 80, las ventas despegan realmente y culminan en 1991. Desde ahí, bajan», indica Solleveld.

Con la explosión de la música descargable, los lectores MP3 y soportes populares como IPod, algunos dudan de que el CD alcance a cumplir los 30 años.

Mientras las ventas de CD’s caen, las ventas de música digital crecen rápidamente y podrían alcnazar un cuarto de las ventas musicales de aquí a 2010, según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).

Sin embargo, Paul Solleveld es optimista. «En cierta medida, el CD ha sido reemplazado por las descargas y los MP3, pero creo que el CD siempre tendrá un hueco», afirma.

Incluso el todopoderoso Bill Gates lo dijo hace tres años: «El CD morirá».

Fuente: La Vanguardia

Más información en El Mundo

Compartir:

5 comentarios

  1. Pues yo sigo creyendo en el mundo mágico de los libros.

    Que siga cumpliendo, pero un libro sí que es una joya.

  2. La lectura me parece interesante aunque no se deben enfrentar los soportes. Cada uno tiene sus ventajas y en el futuro valoraremos más la tecnlogoía del CD, por su gran capacidad para almacenar. Siento pena de ese señor futurista, que se dedica a poner fechas al CD, a los periódicos impresos. Torres más altas han caído. Que gloria sería verlo.

  3. Es de los dispositivos de almacenamiento más inseguros, pero definitivamente merece nuestro respeto.

    En cuanto a un libro, me da igual, no puedo dar mi opinión puesto que no soy un lector.

Deja un comentario