Steichen en el Reina Sofía y en el Museo del Traje

Dos escenarios para dos muestras de lujo. Edward Steichen o la historia de la fotografía en dos versiones.

Texto: Juan Miguel Sánchez Vigil

Un americano en París. Steichen fue el puente entre los dos mundos. En Nueva York fue discípulo de Stieglitz y su colaborador directo desde 1902. Vivió casi un siglo y su evolución fue constante, desde el pictorialismo a las vanguardias y al documentalismo.

En los años veinte Steichen se dedicó a la moda para las revistas Vanity Fair y Vogue, y sus obras fueron reconocidas internacionalmente entre las mejores del mundo. Expuso en el MOMA de Nueva York en 1936 y una década después fue nombrado responsable de fotografía en ese Museo, donde organizó la archiconocida exposición The Family of Man en 1955.

Ahora se exponen sus trabajos en dos versiones: por un lado el pictoralismo y la vanguardia del MOMA, y por otro las fotografías de moda en el Museo del Traje, con los retratos de los personajes de Hollywood: Gary Cooper, Dietrich, Cecil B. DeMille, Greta Garbo, e intelectuales como Thomas Mann o Pirandello.

Javier Montes le ha llamado El Anticristo de la Fotografía. Demasiado sin duda, pero sirve para definir su aportación, su creatividad, su originalidad, su pasión por decir las cosas de otra manera.  

A Steichen le debemos el que la fotografía sea considerada ARTE con mayúsculas. Pese a quien pese, porque el pictorialismo, tan criticado por los puristas, hizo coger la cámara a millones de aficionados para imitar las creaciones de los grandes.

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