Sobre archivos fotográficos y la conservación de la fotografía

¿Para qué sirve un archivo fotográfico?

Juan Miguel Sánchez Vigil

 

El estado de la cuestión sobre la fotografía en los archivos es ciertamente motivo de debate. Durante este mes se han celebrado y celebran varios encuentros en los que este tema surge por los cuatro costados o los cuatro puntos cardinales. Fue tratado en los III Encuentros de Historia de la Fotografía en Cuenca, en el curso organizado por la Dirección General del Libro de Valencia, acaba de ser contemplado en la Jornada celebrada en el Archivo Provincial de Cádiz y se tratará de nuevo en los cursos que tendrán lugar de nuevo a finales de mes en Valencia (Asociación de Arxius), y en Alicante.

La conversación mantenida con Leopoldo Zugaza, presidente del Photomuseum de Zarautz, sobre estas cuestiones me lleva a plantear varias preguntas a los lectores con el fin de reflexionar sobre el asunto. De las respuestas tal vez saquemos conclusiones que nos servirán de referencia para plantear o solicitar a quien corresponda las políticas de actuación para romper con la…. ¿desidia?

Hace apenas unos meses planteaba yo en la Biblioteca Nacional la urgente necesidad de crear un Centro Nacional que coordinara la relación entre centros para conocer los fondos con el fin de actuar conjuntamente para, por ejemplo, dar respuesta a investigadores, estudiosos o cualquier otro tipo de usuario.

Lanzo pues las cuestiones:

¿Es necesario conservar todas las fotografías?

¿De qué vale que conservemos cien copias iguales en distintos centros?

¿Para qué sirve un archivo fotográfico?

¿Debe exigirse de la Administración que haga públicos realmente los fondos de que dispone?

¿Son conscientes los responsables de los centros del material que conservan?

Punto y aparte. Su turno…

 

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157 comentarios

  1. La fotografía es historia y arte, y tanto por una parte como por la otra debe ser conservada. Es la realidad más objetiva plasmada en un papel y a la vez, llena de matices y con tantas interpretaciones como personas que la observen.

    La fotografía es un apoyo fundamental de un texto y también un importante archivo por sí misma. Una fotografía es algo cercano a todos, con un lenguaje universal con el que podremos entendernos. No nos hace falta saber leer ni hablar el mismo idioma.

    Sin ninguna duda creo que hay que conservarlas y darlas a conocer al público que no pudo estar en esa época ni en ese lugar, para tener un visionado más amplio de nuestra historia.

    Como con todo, habrá que seleccionar las fotografías relevantes de las menos importantes y hacer las copias necesarias para conservarlas y poder disponer de ellas, además actualmente contamos con la informática para almacenar los archivos fotográficos, así que no habrá tantos problemas de espacio y estarán perfectamente conservadas.

  2. Bueno, no he empezado esta práctica con buen pie; pensaba poner una foto de mi abuela pero no me es posible. Pero aun así voy a dejar mi huella.

    Vamos a hacer un ejercicio: coge una foto, la que sea, (tú con tus hijos, tú con tu mujer, tú con tu perro, la que está encima de tu mesa, al lado de la tele, en la entrada de tu casa…), ¿ qué ves? , ¿solo eso? Yo veo más . Busca, busca. ¿Nada más? ¡ Pues si que te rindes pronto! Oye, ¿y por qué la guardas? ¿No será que aparte de un bonito recuerdo, todas las fotos por insulsas que sean, son historia y de cierta forma tiene parte de nosotros? Exacto amigo, y por eso la guardas, porque te identificas y sientes que algo te une a ella y te da un “no sequé” deshacerte de ella.

    ¿A que no te pasa lo mismo con un libro de historia? .En este práctica yo te digo: ”pasa y experimenta, pasa y comprueba”.

    ¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO 2009!

  3. La fotografía es la plasmación del deseo más grande del hombre, la detención del tiempo, la inmotalidad. Momentos irrepetibles, observables una y otra vez, no pueden ser censurados al resto de la humanidad que comparte el mismo deseo. Por lo tanto, un archivo fotográfico es una gran caja donde se apilan los deseos de miles de personas.

    Los deseos construyen a las personas, a las sociedades. Gran parte de lo que somos está recogido en los archivos fotográficos. Cuantas más copias haya de una fotografía más gente podrá recordar quién es y quién quiere ser.

  4. No creo que nadie al ver "Los fusilamientos del dos de mayo", de Go ya, se cuestione si es una vejación el tenerlo expuesto en el museo del Prado, ni mucho menos pensar pobrecillo aquel "chaval" si se viera ahora, con lo horrible que fue, y lo mal que lo tuvo que pasar. Nadie que esté en sus cavales se pararía a pensarlo, porque todos lo consideramos como un hecho histórico, que relata con precisión uno de los momentos más importantes de la la historia de España.

    Pues lo mismo ocurre cada día, salvo que es el siglo XXI y no el XIX, y es que me imagino que a día de hoy, no hará mucha gracia que se expongan fotografías de la guerra civil, ni del 11-S, ni mucho menos de las querrillas de paises como por ejemplo, Oriente, en los que a diario mueren millones de personas.

    Pero esto es lo que hay, es nuestra historia, no porque quiera negar lo evidente va a dejar de existir y por ello se debe mostrar.

    La fotografía es el arte de nuestro tiempo, y es nuestra tarea que esto siga así. A día de hoy, hay cientos de reporteros intentado captar en tan sólo una fotografía una imagen que ayude a comprender con total precisión lo que ocurre en ese mismo instante. Unos tardaron semanas e incluso meses en pintarlo y otros unos segundos, pero el mensaje es el mismo.

  5. La fotografía es una ventana a mundos que ya no existen, una forma de viajar al pasado sin necesidad de una máquina del tiempo. Solos tú y una imagen, observando lo que en algún momento alguien convirtió en una eterna realidad de dos dimensiones. ¿Existe algo más mágico?, ¿algo que con solo mirarlo de nuevo te transporte al pasado?, ¿algo que con tan poco sea capaz de recordarte un olor determinado, un sentimiento preciso o te provoque una sensación específica?

    Recordando lo que aquí se cuestiona: ¿se ha de estar a favor de la conservación de tales testimonios?

    Obvio.

  6. Y que mejor forma de comenzar la práctica que con la conocida frase: “una imagen vale más que mil palabras”. Seamos sinceros, ¿Quién no tiene una cámara de fotos hoy en día? Porque a todos nos gusta inmortalizar esos esperados momentos, (la comunión del niño, ese viaje a países lejanos, un día con los amigos o cualquier momento que nosotros podamos considerar especial y que queramos guardar en un pedacito de papel). La verdad es que eso es; un pedacito de papel a cuyo contenido no se le puede poner precio; un pedacito de papel que no necesita pie de página para aclararnos su contenido sino que cada vez que lo miramos nos transporta a momentos pasados, vividos por unos u otros, y siempre que se conserve este pedacito de papel, el recuerdo que contiene siempre permanecerá en nuestra memoria.

    Para muchos, el mencionar ese pedacito de papel les ha podido resultar antiguo porque ahora la pregunta que se plantea es distinta, ¿Quién utiliza hoy en día una cámara de las de antes, de carrete y pilas? Por una parte es una pena que esto se pierda porque con ese tipo de cámaras se hacían menos fotografía y se valoraban más. Ahora, con las digitales, no tenemos límites porque las fotografías “son gratis”, aparte que la capacidad de estas cámaras es mucho mayor. Por tanto vemos que la tecnología no deja indiferente a nadie pero sólo espero que por mucho que se desarrolle, esta tradición fotográfica (con cámara digital, analógica, con móvil, etc.), no se pierda nunca.

    Una vez escuché de algún profesor chiflado que nuestros recuerdos pasados son fruto de nuestra imaginación y que nada es real, y ahora me pregunto yo ¿la fotografía también es irreal, a pesar de ser tangible y vernos reflejada en ellas? Sinceramente, no me lo creo.

  7. Una foto recoge información tan importante como la que se puede encontrar en un libro, una revista u otro documento conservado en diferente soporte. En los centros de documentación, archivos y bibliotecas se conservan más de un ejemplar de cada documento. De igual manera debe ocurrir con las fotografías aunque las condiciones para la conservación y su mantenimiento de son menos costosas. Quizás no deban conservarse demasiadas, excesivas copias iguales de un mismo documento fotográfico, pero sí un número considerable y estimado suficiente para la posteridad y las investigaciones que se requieran.

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