La noche en blanco: luces, música y… gente, mucha gente.

El botellón de la cultura

 

Texto y foto: María Olivera Zaldua

 

Madrid salió a la calle. La multitud se movió al son de las bandas municipales que animaban las principales vías de la capital. Desde Atocha hasta Cibeles se podía hacer ejercicio, bailar o danza al ritmo de Bollywood. Largas colas en los museos, en los teatros, en las instituciones y en la calle, como en la Gran Vía, colapsada por quienes quedaban embobados con la iluminación de los edificios.

Una noche para el debate. La cuestión es si la cultura se difunde con eventos de este tipo, o si el capital destinado a la misma se funde en una noche en lugar de ser dedicado a los creadores. Las largas colas ante la entrada de los museos delatan un interés, pero esos mismos museos permanecen abiertos durante le año sin que nadie los visite, excepción hecha de los grandes.

¿Tiene sentido una noche en blanco en este momento de crisis? Esa la pregunta que se hacían ayer en los mentideros… Nosotros dejamos constancia de que hubo riada en la calle Atocha, no por la lluvia sino por la afluencia de una juventud ávida de… (    ). El espacio entre paréntesis pónganlo ustedes.

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