Biblioteca Nacional (del 3 de julio al 4 de octubre de 2015)

Comisarios: Helena Pérez Gallardo y Delfín Rodríguez

Que la fotografía es documento es una tautología. He aquí uno de los paradigmas de la función documental de la fotografía, la magnífica exposición (un regalo a los visitantes de la Biblioteca Nacional) sobre la Arquitectura a través de la cámara. Deslumbrante por sus contenidos (álbumes y originales de los mejores autores del XIX, en una relación interminable), la presentación es impecable. Diría que incluso sus valores trascienden el título: deslumbrante, atractiva, precisa… Los monumentos aquí son cada uno de los artefactos seleccionados, teniendo en cuenta que en cada álbum abierto contemplamos dos imágenes y se intuyen otras tantas. Esto es investigar para difundir. Déjen que me detenga ante una pieza que parece diminuta en el conjunto, el libro de Alfred Leopold Gabriel, Lavigne y Sevaistre (1859), titulado Itinerario descriptivo, histórico y artístico de España y Portugal, que fue propiedad de la reina Isabel II y que se conserva en la Biblioteca del Palacio Real. Se abre por una página con una  pequeña fotografía que muestra una vista de Segovia con la imponente catedral al fondo ¿Se imaginan ustedes lo que debió sentir el fotógrafo cuando en la oscuridad del laboratorio vio aparecer esa maravilla?

Pasen y vean, miren la arquitectura, contemplen el quehacer de los Clifford, Laurent, Spreafico, Le Clerq, Levy, Garzón, conde de Lipa. Baldus, Beato, Atkinson, Tenison, Masson, Vernay… y tantos otros. Las fotografías, como las bicicletas, también son para el verano.

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