Retos para la Implantación de las energía renovables

[María Jesús Marcos]

 

El documento “Análisis estratégico de la política energética de la UE” recientemente presentado pone de manifiesto que el sistema energético mundial y especialmente el europeo adolecen de una excesiva dependencia  de los combustibles fósiles  y sus importaciones (47% en la UE, que asciende al 78.3% en España). Esto, unido a la lucha contra el cambio climático, lleva a que en el citado informe se proponga la implantación de una serie de medidas tanto a nivel individual como colectivo que tiene como objetivos:  fomentar el ahorro y la eficiencia energética (reducción del consumo en un 20% en los próximos 20 años),  reducir las emisiones de CO2 un 20% en el año 2020 y un 80% para el 2050 e  incrementar la contribución de las energías renovables, que debería pasar del 7% actual al 20% en la próxima década.

No obstante, en el propio informe se reconoce que hasta que esto sea posible será necesaria una etapa de transición en la que las tecnologías limpias de combustión de carbón y la energía nuclear vayan dando paso a las energías renovables. Con  respecto al “mix energético” en escenarios de futuro (2020, 2030 y 2050), y dependiendo de que el ejercicio sea realizado por expertos ortodoxos o medioambientales, nos encontramos con previsiones tan contrapuestas como que la aportación del carbón pase del 20% actual al 40% o que, por el contrario, las energías renovables aportarán el 50% de la energía mundial consumida a mediados de siglo.

 

Sin embargo, y aunque en los últimos años la producción de energía renovable ha crecido, lo ha hecho en menor medida de lo esperado. Si a esto unimos el aumento de la demanda energética, que está en torno a un 3% anual, hace que sea imposible alcanzar el objetivo fijado para el 2010 de que su contribución fuese del 12%.

 

La explicación a este fenómeno la podemos encontrar en que a pesar de que las energías renovables han demostrado su potencial y viabilidad, de que la percepción pública es satisfactoria y de que parecen ser la única solución definitiva a todos los problemas energéticos actuales, la realidad es que no son capaces de incorporarse al mercado energético y el motivo es claro: siguen siendo demasiado caras o el petróleo es demasiado barato.

 

La reducción de costes de estas tecnologías sólo será posible con un esfuerzo considerable en inversiones en I+D. Esto se ha demostrado con la energía eólica, la más madura de la las renovables y que actualmente proporciona el 7% de la energía eléctrica en España y con un crecimiento que hace suponer que alcance el 16% en el 2010. El sector eólico ha reducido sus costes de producción en un 80% en las últimas décadas, debiéndose en un 40% a los esfuerzos realizados en investigación y el resto al aumento de aerogeneradores instalados.

 

La biomasa tiene como ventajas frente a otras renovables el poder sustituir en el mismo ciclo de producción a los combustibles fósiles y que se puede almacenar y transportar. Su despegue como alternativa pasa por una mayor investigación en la producción y tratamiento de la materia prima para la obtención de calor y electricidad, así como el desarrollo de tecnologías mucho más eficientes para la producción de biocombustibles.

 

Con respecto a la energía solar, su reto es cubrir las necesidades de calor y frío mediante tecnologías solares térmicas y la producción de electricidad con la solar termoeléctrica y fotovoltaica. El objetivo en fotovoltaica es alcanzar un coste de producción de 1 €/Wp y, como alternativa más prometedora, se encuentra el desarrollo de células de lámina delgada.

 

La energía solar termoeléctrica debe demostrar el adecuado funcionamiento de sus primeros sistemas de producción de electricidad conectados a red para posteriormente ir reduciendo los costes hasta 8c€/Kwh. Además es necesario un gran desarrollo de los sistemas de almacenamiento, que garanticen un funcionamiento de 4000 horas anuales equivalentes.

 

Respecto a la generación de calor y frío con energía solar, la reducción de costes pasa por el desarrollo de materiales más eficientes y de bajo coste, especialmente en recubrimientos y materiales antireflectantes, así como por mejorar su integración en edificios. La refrigeración solar es un sector que se prevé que tendrá un gran desarrollo en los próximos años.

 

Curiosamente, y a pesar de tener claro los objetivos y los esfuerzos a realizar, las estadísticas indican que los fondos públicos destinados a la I+D en estas tecnologías han ido disminuyendo lentamente en los últimos años

Compartir:

4 comentarios

  1. Si el informe al que te refieres es el del análisis estratégico de la política energética de la UE creemos que la versión definitiva no está aún.

    De todas formas desde la página http://www.europarl.europa.eu y en el apartado mercado interior e industria se llega a información sobre el informe y al informe A6-0426/2006

    Un saludo

    Mª Jesús Marcos

Deja un comentario